Una vez que sus invitados a la presentación de su melodrama, Vencer el miedo, entre ellos sus compañeros productores, Salvador Mepia, Carlos Moreno, Ignacio Sada, Roberto Gómez Fernández y Nicandro Díaz; y ejecutivos de Televisa, como Jorge Eduardo Murguía, se han marchado, Rosy Ocampo luce más relajada.
Aunque la experiencia que tiene en el terreno de las telenovelas la hace mostrarse mesurada. “Pasó el susto, el nervio, pero ahora viene el más grande, salir al aire”, dice al iniciar la entrevista, mientras parte de su elenco como Alberto Estrella, Arcelia Ramírez, Paulina Goto y Danilo Carrera siguen dando entrevistas y detallando las características de la trama que protagonizarán a partir del próximo lunes en Las Estrellas.
El nervio de Ocampo tiene fundamento, pues es la primera producción que realiza, tras superar el cáncer de mama y dejar su puesto ejecutivo en Televisa; enfermedad que dice le dio “una gran lección, porque aprendes lo que realmente es prioritario en la vida”.
¿Cuál es el reto de retomar la producción con una historia que aborda tantas problemáticas sociales fuertes (violación, adicciones, embarazos no deseados y violencia intrafamiliar) y que pretende aportar una enseñanza?
Es un privilegio volver a la producción, tuve un paréntesis por cuestiones personales (tratamiento de cáncer de mama) y estoy retomándola después de que pensé que ya me iba a dedicar a la cuestión ejecutiva; pero la producción me apasiona, por eso he vuelto a ella. En lo profesional, el eje del estilo de producción de lo que he hecho es innovador, siempre me ha gustado tratar de sorprender. He hecho telenovelas infantiles. Y en este caso estoy muy contenta porque Population Media Center (PMC) se acercó para proponerme que hiciéramos una historia con las problemáticas de la sociedad actual, pero que al mismo tiempo propusiéramos soluciones, y ese es el reto, que la gente que la vea encuentre a través de las cortinillas o de la información que daremos en la página de internet y redes, una solución al problema con el que se identifica. Es una telenovela que cumple con su función de entretener, pero también deja un mensaje social.
¿Por qué preferiste retomar la producción y no un puesto ejecutivo?
Porque tener la oportunidad de llegar a millones de personas, como ustedes, a través de la parte editorial y nosotros de la televisión, resulta muy interesante, máxime si es algo con lo que puedes apoyar a la audiencia, como es el caso de Vencer el miedo, donde estamos abordando problemáticas sociales muy fuertes, como la violencia de género, la violencia sexual, las relaciones sexuales tempranas y las adicciones.
En este melodrama son cuatro historias dirigidas a problemáticas diferentes, además son protagonizadas por mujeres, parece que la mujer siempre la tiene más difícil, ¿no?
Definitivamente, y más en este país, en el que si eres mujer profesionista también tienes muchos roles más y no siempre se reconoce, porque también eres mamá, hermana, chofer, ama de casa; creo que es el momento de analizar y desde nuestra posición ver qué podemos hacer para cambiar esa situación. Aunque hay algunas más complicadas, como la violencia de género o un embarazo no deseado en adolescentes. Quien vea la telenovela, por ejemplo, un chavito, que decide que va a tener su primera vez, va a llevar protección. Quizá estamos evitando un futuro embarazo que a lo larga le va a cambiar la vida a ese jovencito.
Tú te has desenvuelto en un mundo que se considera de hombres. ¿Cómo es la televisión, lo has padecido?
Sí, ha sido complicado. En mi caso empecé como asistente del asistente, del asistente, pero lo tomé de una manera positiva, con la idea de ir aprendiendo. Pero sí nos cuesta más trabajo, tan solo hay que ver las estadísticas de que el mismo trabajo, a ella le pagan 40 por ciento menos. O a veces, si hay un hombre y una mujer, y existe una promoción para un mejor puesto, siempre se piensa primero en el hombre, porque se considera que la mujer eventualmente se va a casar o va a tener hijos y no es así, y cuando eso no la limita a seguir desempeñándose con éxito. Por eso está en nosotros lograr ese cambio.
Sin embargo, la presencia de tus compañeros productores y ejecutivos evidencia que te quieren y respetan, ¿no?
Sí, pero no es fácil lograrlo.
Es un buen retorno después de una experiencia tan fuerte como el cáncer, las personas que lo padecen se vuelven unas guerreras, ¿verdad?
Una situación así te cambia la vida y te pone las prioridades donde deben estar, y qué mejor que hacer algo que nos apasiona que es esto, la producción. Por eso estoy retomando mi labor con la fuerza y con el corazón.