La exposición El mundo de Tim Burton terminó su visita en México anoche, con el registro de más de 300 mil visitantes; pero la exposición no solo sirvió para que el público conociera la obra del cineasta, también le permitió al creador de El extraño mundo de Jack disfrutar de nuestro país y nuestra gente.
“Desde el principio él siempre sintió la energía de los mexicanos y pues está muy contento; ha dicho que ha sido de las mejores experiencias dentro de su gira mundial, y les agradece a todos los que visitaron ya sea el concierto de Danny (Elfman) que tuvimos, las experiencias que hicimos y la misma exposición”, dijo a ¡hey! Diego González, director de la muestra.
Entrevistado en el Museo Franz Mayer en el último día de la exhibición, afirmó que el director de Beetlejuice siempre ha “conectado con México” y desde la inauguración de esta muestra lo hizo mucho más.
“Supuestamente cuando hacen una inauguración él saluda y se va luego luego, ya teníamos la ruta de escape por donde se iba a salir pero fue el último que se fue; tuvimos que apagarle el sonido porque no se quería ir (risas), se la pasó bailando, se paró seis veces a felicitar al dj, en medio del show de los luchadores se paró para tomarse fotos con ellos”, recordó.
Luego, contó que el cineasta aprovechó para conocer algunos destinos del país: “Se fue a Tepoztlán, a ver las películas de El Santo, porque hay un lugar ahí que tiene las películas de El Santo originales; la pasó muy bien, pues todo México es de Tim y Tim de México”.
El Franz Mayer también fue una experiencia especial para Burton; de acuerdo con González, le gustó el espacio, el estilo que se manejó en la muestra y el trabajo que los mexicanos realizaron con las esculturas de Stainboy: El chico mancha, a tal grado que ha decidido llevarse unas para su colección personal.
“Colaboramos con él para hacer este jardín de esculturas, está muy feliz; hicimos las esculturas de El chico mancha aquí en México, con Volador, pero colaboramos con Tim, quien decidió cosas como: ‘Oye la cabeza tiene que ser más chiquita, oye tiene que tener esto’, de hecho él pintó algunas cosas a mano, El Luchador también lo compuso con plumón”, platicó.
Y añadió: “Varias de las piezas se las lleva a Los Ángeles, ahí tiene una bodega donde guarda estas cosas y cuando tiene fiestas saca estos monos; sí escogió bastantes, eso muestra que hicimos un buen trabajo; también se lleva el stainboy huichol que estuvo en Reforma, ya nos dejó sin nada (risas)”.
Para el director estos cuatro meses fueron “un éxito”.