La sexta entrega de la franquicia Misión: Imposible–Repercusión le dio a Tom Cruise la oportunidad de seguir acrecentando sus habilidades. Ahora se convirtió en un piloto de altura al aprender a maniobrar un helicóptero y, más aún, a realizar una de las acrobacias más arriesgadas: la espiral 360 grados, que hizo sin ayuda de una green screen.
“Lo más aterrador fue la espiral de 360 grados. La mayoría de pilotos ni siquiera lo intentarían; la vuelta es muy difícil, requiere de mucha destreza y práctica. Si te equivocas, alguien puede morir. Con cada espiral parecía que iba a chocar”, contó Jake Myers, productor de la cinta, en notas de producción proporcionadas por Paramount Pictures.
Tom está tan comprometido con la saga y su rol de Ethan Hunt que puso todo su empeño para pilotear la aeronave con la pericia de un héroe de acción: “Pilotear un helicóptero requiere de mucha destreza. Poner a Tom en una situación como esta fue casi inimaginable”, aseguró Mark Wolff, coordinador aéreo.
Randy Hepner, asistente aéreo, recordó el gusto y la urgencia de Cruise para realizar las tomas: “Se acercó y me dijo: ‘Vamos a ir a Airbus y aprender a pilotear un helicóptero y convertirme en un piloto de dos mil horas en muy poco tiempo’”.
El actor tuvo que realizar el entrenamiento de un piloto principiante: tres meses con ocho horas diarias de práctica. “Muy pocos alumnos tienen su nivel de compromiso”, dijo Tim McAdams, instructor principal.
CLAVES
LOGRO TITÁNICO
De acuerdo con el productor Jake Myers, las tomas están pensadas para que el público aprecie que Cruise hizo el trabajo sin apoyo.
Se montaron las cámaras para mostrar que Ethan estuvo piloteando solo.
Esta cinta muestra a Cruise, su equipo y algunos aliados enfrentando las consecuencias de una misión pasada que salió mal.