¿Qué tan raro es el príncipe Akeem Joffer?

A propósito del estreno de Un príncipe en Nueva York 2 por Amazon Prime Video, te presentamos algunas de las excentricidades de la monarquía

El lujo y el derroche son algunas de las características de la realeza. (Cortesía)
Ciudad de México /

El uso de pieles de león, con todo y cabeza, como abrigo; cadenas de oro de enormes figuras geométricas; pieles de tigre usadas como pañoleta, decenas de sirvientes y pétalos de rosa en todos los suelos que pisan los integrantes del reino de la nación ficticia de Zamunda, son algunas de las excentricidades que se pueden ver en la cinta Un príncipe en Nueva York 2 (Coming 2 América), que se estrenó este 5 de marzo en Amazon Prime Video.


Pero esas rarezas del príncipe Akeem Joffer (Eddie Murphy) y su familia ¿qué tan alejadas están de la monarquía que ha reinado en el mundo? Con motivo del estreno de la cinta en Amazon Prime Video te presentamos cuatro excentricidades reales de la monarquía:

1
En el libro Los Borbones y sus locuras, el periodista César Cervera afirma que Felipe V, era un adolescente melancólico que escuchaba a sus ministros escondido detrás de las cortinas, fingía su propia muerte, deliraba creyendo que era una rana y manifestaba una tremenda adicción al sexo.

2
De acuerdo con el historiador Simon Sebag Montefiore, la emperatriz Anna de Rusia, gustaba de espectáculos de enanos y payasos. En una ocasión organizó todos los detalles de una boda, vistiendo a los invitados de payasos. Además, mandó a construir un palacio de hielo en pleno invierno de San Petersburgo, en donde obligó a la pareja a pasar su luna de miel.

3
Según el historiador y escritor francés, Henri Troyat (seudónimo de Levón Aslani Thorosian) la reina Isabel Petrovna Románova tenía más de 15 mil vestidos de baile y no soportaba que la viesen más de una vez con el mismo atuendo. También tenía miles de zapatos y medias. Durante su reinado emitió decretos que regulaban los estilos de ropa y adornos usados por los cortesanos.

4
Al igual que el ficticio príncipe Akeem Joffer, la reina Luisa de Suecia (Lady Louise Alexandra Marie Irene Mountbatten), gustaba de recorrer la ciudad en el anonimato, sin guardias ni servidumbre, tanto en Estocolmo como en otros sitios. Se dice que, durante una visita a Londres, un autobús estuvo a punto de atropellarla, por lo que, a partir de ese momento, incluyó, dentro de sus pertenencias una tarjeta con la leyenda Soy la reina de Suecia, para que la pudieran reconocer en caso de un accidente.



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