Mujeres de Matamoros, Coahuila, recuerdan con nostalgia las serenatas, cenas románticas y tarjetas de amor con bordes de organza o tul que les regalaban sus novios y que después se convirtieron en sus esposos.
Ahora reconocen que no todos los hombres son detallistas y no por eso debe quedar atrás el lado romántico, por lo que invitan a la juventud voltear a esas épocas, pues creen que el romanticismo no está peleado con la modernidad y para ello opinan que la mujer debe inculcar a los hijos el demostrar el amor con hechos, pues estos dicen más que las palabras.
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Bertha Alicia Adame Guardado de 57 años y María de los Ángeles Reyes de 73, en su juventud quienes se convirtieron en sus esposos, lograron arrancarles suspiros con sus detalles, cuando las conquistaron y luego después, ya como marido y mujer.
Modesta Adame de 77 años platicó que no tuvo hijos con su esposo y que él en realidad no fue nada detallista, tal vez por la formación que le dieron en su casa, pero fue un marido ejemplar hasta su muerte que ocurrió hace tres años, pero en los 19 años que vivieron casados fue amoroso con ella.
En cambio Bertha, dijo que su matrimonio duró 6 meses debido a que su esposo murió de cáncer, pero durante su noviazgo de 2 años y 6 meses fue muy feliz.
"Me regalaba flores, tarjetas de aquellas hermosas, poemas, me llevaba a comer o cenar y las serenatas siempre estuvieron presentes", relató.
Lamentablemente murió a los 6 meses de casados pero recuerda con mucho amor lo vivido. Después con otra pareja tuvo a su único hijo que ahora tiene 15 años.
María de los Ángeles también es viuda y dice que su marido fue muy detallista y ahora, lamenta que muchos jóvenes entablan relaciones por internet, "se pierden de lo bonito que es la convivencia, lo bello que es conocerse en persona, las charlas interminables, el verse a los ojos, es lo más bonito".
Modesta también opina en ese sentido, "recomiendo a las parejas que la comunicación sea su fuerte porque nada la sustituye".
Aunque el 14 de febrero se festeja al amor y si bien es una fecha comercial, dado que los restaurantes se llenan de parejas y las florerías venden como nunca, estas señoras aseguran que lo que más arranca suspiros, son los detalles del día a día, el estar y el convivir.
cale