Luego de 20 años de permanecer invadida por integrantes de una organización social, la Alhóndiga Real de Antequera, que data del siglo XVIII y donde estuvo edificada la casa de Hernán Cortés en 1552, fue recuperada por el gobierno de Oaxaca.
Alejandro Murat, gobernador del estado, informó que el inmueble emblemático, donde también se encuentra un sitio arqueológico, será intervenido para su restauración con apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Este maravilloso sitio que data de la fundación de la ciudad será rehabilitado y formará parte de una nueva plataforma cultural de Oaxaca, porque se transformará en un museo donde se expondrá la grandeza cultural y prehispánica del sitio”, afirmó Murat.
Precisó que, en su campaña electoral, recibió la solicitud de la comunidad cultural de Oaxaca para que el sitio se recuperará y preservará.
Según los antecedentes, que se encuentra en un trabajo de investigación de la Fundación Harp Helú, en el año del 2004 el municipio pretendió construir en el sitio una estructura metálica de tres pisos, en el patio del sitio, que fue sede de la cárcel y comisaria estatal para reubicar a un grupo de ambulantes que operaban en las calles del centro histórico.
La intención causó polémica, entre ambientalistas e intelectuales, por la incompatibilidad, derivado de los datos históricos que se tenían del predio, quienes en su momento se manifestaron para exigir su rescate, sin embargo, más tarde fue invadido por una organización social.
Según se indica, el inmueble fue construido en 1753 como la Alhóndiga Real de Antequera, antes había sido la casa del conquistador Hernán Cortez en 1522, que se edificó sobre una plataforma azteca del pueblo de Huaxyacac.
En los años 1900, el lugar se habilitó como la sede mercado del maíz y el trigo y después se ocupó para ubicar el Cuartel de la Policía Estatal.
Más tarde, en el régimen del ex gobernador Gabino Cué, se transformó en un mercado de artesanías, pero después fue tomado e invadido por un grupo de activistas de la organización social Sol Rojo, que instalaron casuchas de familias, organización con la que se logró un acuerdo definitivo por parte del gobierno estatal para que devolvieran el sitio para su preservación.
RLO