La edición 37 del Viacrucis en Cerro de las Noas reunió a miles de laguneros de todas las edades que siguieron la puesta en escena, organizada por vecinos de la colonia Jacobo Meyer.
En esta ocasión, la escenificación la Pasión de Cristo comenzó una hora antes de lo programado años atrás y lo cual permitió que el trayecto fuera más fluido. La presidió el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán.
A lo largo de las 14 espacios montadas en ascenso al cerro donde está en Santuario del Cristo Rey, los fieles recordaron la procesión que siguió Jesús: sus caídas, crucifixión y muerte que representa el acto más importante de los creyentes de la fe católica por tratarse de un reflejo de los sacrificios que hizo Dios por sus hijos.
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En el recorrido que comenzó a las 10:00 horas y concluyó después del mediodía estuvo presente también el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.
Según cifras de la Unidad de Protección Civil, al Viacrucis acudieron más de 40 mil personas.
Al terminar la recreación de la Pasión de Cristo, los feligreses ingresaron al templo religioso del santuario y el obispo Luis Martín Barraza Beltrán, felicitó a los pobladores de la colonia que hacen posible el acto, pero también exhortó a los católicos a que no quede en una mera expresión folclórica.
“Que bonito que haya todas estas expresiones folclóricas de la religiosidad popular, pero hay que ponerle algo de reflexión y oración. No vaya ser que resulten unas burlas para Dios, ya ven que hay muchos cultos, oraciones y sacramentos pero no hacemos su voluntad”.
En ese sentido, destacó que la voluntad de Dios tiene que ver con vivir en armonía y sin conflictos en la comunidad.
"Pónganse la camiseta de la Iglesia y no se avergüencen de ella. No seamos Pedro y que esto no vaya ser una valentonada".
Cabe destacar que en esta ocasión participaron 60 personas, en su mayoría vecinos de la colonia Jacobo Meyer y otros que vivieron y regresan cada año para participar en la actividad como un acto de comunión.
“En esta ocasión participaron muchos jóvenes y niños porque les queremos inculcar la tradición y demuestren su fe desde pequeños”, declaró Tommy Pargas Mendoza, organizadora de la actividad que comenzó formalmente hace 47 años en la colonia del poniente de Torreón.
Detalló que desde hace 37 años por invitación del fallecido sacerdote José Rodríguez Tenorio, realizan la procesión hasta llegar al Santuario del Cristo, siendo en las primeras ediciones mediante las escaleras que estaban en el acceso al cerro por la colonia Primero de Mayo.
“Fue una tradición que trajo mi padre (Luis Pargas) de la comunidad de La Ventana en el municipio de Viesca. La hizo como una manera de unir a toda su comunidad y les da un sentido de pertenencia”.
Expuso que la actividad les deja la reflexión de que Dios vive en el corazón de sus creyentes.
“Todos los jóvenes y niños que ven aquí ya son los hijos o nietos que participaron en la obra años atrás. Nos deja la reflexión de que Dios no es de muertos, sino que vive en el corazón de cada uno”.