El apoyo de la familia puede resultar trascendental para que una persona, sea cual sea la situación adversa en la que se encuentre, pueda salir avante, una condición que para un paciente psiquiátrico no es la excepción, sin embargo cerca del 70 por ciento de los pacientes del hospital psiquiátrico de estancia prolongada en El Zapote, tienen que enfrentar, además de sus padecimientos, el abandono de sus familiares.
Ubicado en el kilómetro 17.5 de la antigua Carretera a Chapala, municipio de Tlajomulco, en la delegación El Zapote, la cual le da origen al mote que se le ha puesto, este Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada (Caisame E.P), alberga actualmente a 240 pacientes, sin embargo, detrás de este número hay otra cifra que puede llegar a ser estremecedora, 190 de ellos ingresaron para ser atendidos por diversos padecimientos, pero las personas que los acompañaron para las consultas y el ingreso, nunca regresaron y tampoco se les logró contactar.
Este recinto de atención mental se inauguró bajo el nombre de "Granja de Recuperación para Enfermos Mentales" en el mes de noviembre del año de 1956, su objetivo era la atención de pacientes con trastornos como la psicosis, esquizofrenia y bipolaridad crónica, no obstante, poco a poco comenzaron a llegar personas con pacientes que presentaban algún síndrome como el Down o parálisis mental.
La directora del El Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme), Lorena Hernández Muñoz, señaló que "El Zapote", se ha ido convirtiendo en una especie de albergue de personas que en sus hogares no saben cómo tratar o qué hacer con ellas, "se trata de 190 personas que se mantienen de manera permanente en este espacio psiquiátrico, porque estos hospitales de pronto nos hemos convertido en asilos, en depósitos de personas abandonadas".
Algunos de los pacientes llegaron cuando apenas eran niños, incluso, a muchos de ellos les siguen llamando así, "niños", a pesar de que se trata de adultos que se han adaptado a la vida dentro del sanatorio, pero también, existen aquellos que han muerto dentro del mismo.
En 2016, uno de los pacientes más longevos falleció a causa de su avanzada edad, el cuerpo, no fue reclamado por nadie, quienes algún día acudieron al Zapote para internarlo no supieron qué fue de él, no hubo seguimiento a su evolución, nadie preguntó sobre su condición; perdió la vida en donde alguna vez lo dejaron a él, "fue un paciente de 94 años de edad que estuvo con nosotros durante muchísimos años, entonces son pacientes que tratamos de darles lo mejor que podemos en todos los aspectos, alimentación, vestuario y su tratamiento, así como actividades lúdicas porque no hay nadie más que les pueda ofrecer siquiera su compañía", explicó la funcionaria.
De esta manera, el personal a cargo de los pacientes se convierten en una especie de "tutores morales", que responden ante situaciones que se salen de lo habitual, "cuando un paciente fallece la administración de la estancia prolongada debe de asumir todos los procesos correspondientes, nosotros nos encargamos prácticamente de todo los trámites de inhumación absolutamente todo, sí se enferman de algo distinto a lo que tenga que ver con su trastorno mental, pues literalmente nosotros cómo instituto pagamos por lo que el paciente requiera".
Casos como el mencionado anteriormente hay 190 en el Zapote, y un porcentaje de estas personas corresponde a personas que ni siquiera tendrían que haber llegado a este lugar, pues sus condiciones se salían del campo de atención del Caisame "algunos de ellos han sido pacientes que nos mandaron del Instituto Cabañas desde hace muchísimos años, con parálisis cerebral y qué son cuidados en verdad con mucho esmero por parte de nuestro personal, y son personas que de no estar con nosotros, yo considero que estarían en calidad de indigentes".
Hay otros casos en los que los pacientes pueden incorporarse a programas que desarrolla el Centro y de esta forma el campo de acción para ellos es mayor, "existen algunos pacientes que también se encuentran en calidad de abandono pero pueden ser considerados como funcionales y estos participan en algunos viajes a otras ciudades, a otros estados, a la costa, son pacientes que salen a veces", pues contrario a lo que muchas personas llegan a pensar, un paciente psiquiátrico puede salir y recrearse de una manera distintita a lo que el lugar en el que son tratados lo permite, "ellos van al cine, nosotros tenemos actividades lúdicas mensuales a balnearios y muchos lugares", aseguró Lorena Hernández.
El hueco que dejan los familiares en los pacientes que sufren de abandono, difícilmente puede ser solventado por alguien más, no obstante, existe un programa de voluntariado que permite a los usuarios de "El Zapote", ver alguna cara nueva de vez en cuando y generar convivencia que rompa la rutina en la que están inmersos, "desde que tenía tres años me acostumbré a ir y después seguí por mi cuenta y (voy) a apoyar en festivales, días de la madre y todas esas festividades", señaló Hazel Mendoza, que año tras año acude a esta institución como voluntaria, incluso, señala que considera que ha podido hacer amistad con algunos de los pacientes con quienes mayor contacto ha sostenido.
Ingresar al Zapote no debe ser para siempre
Ingresar como paciente al Centro de Atención Integral en Salud Mental Estancia Prolongada (Caisame E.P) no representa una vuelta sin retorno, por el contrario, el modelo del este centro está diseñado con un objetivo de reinserción social que permite a quienes son tratados, ingresar a terapia y continuar con su vida habitual sin necesidad de un internado.
Durante su estancia, los usuarios no permanecen con batas o algún uniforme distintivo, ellos hacen uso de vestimenta convencional y tiene libertad de transitar en las instalaciones del centro, "tenemos un programa de reinserción y rehabilitación social que es de los más exitosos de la República Mexicana y es un programa de puertas abiertas totalmente distinto al área de hospitalización", explicó la titular del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), Lorena Hernández Muñoz.
El programa opera bajo un esquema de diagnóstico e intervención, en primera instancia, el paciente recibe una evaluación y en base a los resultados "se elabora un protocolo de atención personalizada" que como máximo puede derivar en una estancia de seis meses, "pero al ser de puertas abiertas, el paciente pueden entrar y salir de la villa, además de que pueden vestir de manera habitual es decir con la ropa que acostumbran", indicó la funcionaria.
En este programa de rehabilitación se incluyen terapias ocupacionales y una vez a la semana ellos mismos preparan sus alimentos a través de talleres que imparten algunas instituciones y organismos civiles, por otra parte, entre los beneficios del programa, algunos pacientes han logrado concluir sus estudios de educación básica, además de que se les brinda apoyo para el trámite de documentos oficiales como la emisión de actas de nacimiento, "inclusive hemos tenido pacientes en el proceso de rehabilitación con trabajos formales".
Aquellos casos en los que los familiares se involucran con los pacientes, se convierten en parte también del programa de intervención debido a que son parte del entorno de quienes sufren algún trastorno, y junto con ellos, reciben un diagnóstico y una capacitación que les permite acceder a información con respecto a cómo deben de apoyar a su familiares, en ocasiones, en este diagnóstico, se logra detectar algún padecimiento en algún otro miembro de la familia y se les brinda la atención correspondiente.
Niegan que está en malas condiciones
Un edificio con 60 años de antigüedad y 10 hectáreas de extensión, puede representar un reto en cuanto a mantenimiento se refiere, sin embargo, la titular del Salme asegura que este espacio se encuentra en condiciones adecuadas para brindar atención a los pacientes y garantizar el respeto a sus derechos humanos.
A través de redes sociales o testimonios de ex trabajadores de del Caisame E.P, se han revelado algunas situaciones sobre las condiciones en que se brinda atención a los pacientes, en algunos casos, indican que el lugar no es apto para sus usuarios, "había veces en que los pacientes defecaban en pasillos o en los cuartos y se tardaban mucho tiempo en hacer la limpieza, o hasta los mismos pacientes los llegas a ver sucios", señaló una de las ex empleadas de este espacio.
Sobre lo anterior, Lorena Hernández indicó que "el paciente psiquiátrico es un paciente que deteriora mucho las instalaciones porque son personas que cometen errores de juicio y de repente pueden estropear los baños los pueden romper y hay que estar constantemente arreglando y reparando algunas situaciones pero las unidades tiene un programa de mantenimiento anual", programa que asegura se cumple de manera cabal.
Por otra parte, aseguró que en ocasiones las fotografías que se han filtrado a través de internet, sobre las instalaciones del Caisame, no corresponden a una realidad, sino que ofrecen una perspectiva fuera de contexto, "claro que hay momentos en que los servicios están más saturados por ejemplo una lavandería que da servicio a 265 camas diarias es un trabajo constante los 365 días del año, las máquinas tienen que estar en constante mantenimiento porque el uso es diario".
Entre otras de las situaciones irregulares que ex empleados de El Zapote, aseguran que ocurren al interior de este espacio, es que los pacientes sostienen relaciones sexuales entre ellos, "varias veces llegaba a pasar que los veías teniendo sexo entre ellos y también había ocasiones en que estaban alterados", explicó la entrevistada.
Por su parte, la titular del Salme consideró que El Zapote, "tiene condiciones adecuadas que garantizan su operación así como el respeto de los Derechos Humanos de las personas; Estancia prolongada no es un hospital general sólo de psiquiatría tenemos todos los servicios".
Numeralia
En estancia prolongada alrededor de 550 trabajadores
10 hectáreas construidas
61 años desde su construcción
265 pacientes
190 fueron abandonados por su familia
El programa de rehabilitación incluye un acercamiento y diagnóstico de los integrantes de la familia que son el entorno del paciente
SRN