Mientras el endurecimiento de la política antimigratoria del gobierno de Estados Unidos continúa, las puertas del muro fronterizo se abrieron para que cientos de familias pudieran abrazarse en la línea de Ciudad Juárez, Chihuahua, y en Sunland Park, Nuevo México.
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En el marco del programa Abrazos, No Muros, alrededor de 3 mil familias procedentes de varios estados del país y de Estados Unidos se reunieron al pie del muro metálico que divide la frontera.
Las puertas fueron abiertas por agentes de la Patrulla Fronteriza para que las familias separadas se reencontraran en la colonia Rancho Anapra, en Ciudad Juárez, y en Sunland Park, Nuevo México.
El evento fue organizado, por sexta ocasión, por la Red Fronteriza de Derechos Humanos, cuya organización contó con las facilidades de la Patrulla Fronteriza para que por algunos minutos, los integrantes de las familias mexicanas se abrazaran.
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Mientras que agentes de la Policía Federal vigilaban el evento del lado mexicano, Fernando García, líder de la organización, dijo que tuvieron que gestionar otras alternativas ante el gobierno norteamericano para este encuentro.
“Tuvimos que poner un poco de presión y trabajar con la Patrulla Fronteriza, al final de cuentas ellos entendieron que podíamos hacer esto, en donde hay un muro metálico de 18 pies de altura (...) Se han abierto las puertas para dejar que más de 200 familias puedan abrazarse, estar juntos por un ratito, porque este es un momento importante en la resistencia de los migrantes en contra de toda la política racista que representa este muro.
“Mientras ellos sigan construyendo muros, nosotros seguiremos abriendo estas puertas, de hecho el día de hoy, niños, familias, hermanos y papás derrotaron ese muro a través de ese abrazo, entonces vamos a seguirlo haciendo”, señaló el activista.
García reiteró que para le realización del evento fue sumamente importante la coordinación con la Patrulla Fronteriza y que, aunque hubo momentos de tensión, siempre estuvieron abiertos al diálogo y con la voluntad de colaborar.
“Se tiene que hacer algo para cambiar esta política, esta dinámica, espero que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador entienda eso y pueda también hacer la presión suficiente para que cambie la forma en que se trata a los migrantes, que les respeten los derechos humanos y que ningún niño tiene que estar detenido ni ninguna familia tiene que estar separada”, concluyó.
RLO