En el marco del XI Simposium de Seguridad organizado por Industrias Peñoles y Fresnillo Plc, Rafael Rebollar González, director general de Industrias Peñoles, en su participación en este evento, refirió su experiencia en Acapulco al vivir de manera directa el impacto de huracán "Otis".
Selañó que la seguridad es una decisión personal, que debe llevarse más allá de las operaciones mineras, teniendo “amor por la vida y la seguridad".
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“La seguridad y el hecho de decir 'no' es una elección; para mi la seguridad, el no tener accidentes y el estar vivo, es una elección mía, esto debería quedarnos claro a todos, de que es nuestra decisión y elección que el trabajo se haga bien, que no dejemos condiciones inseguras y que no nos metamos a lugares donde hay una condición insegura”, destacó.
En medio de un auditorio lleno de trabajadores sindicalizados que atentos escuchaban su relato, Rebollar González compartió su experiencia al acudir a la Convención Minera en Acapulco, donde impactó el huracán Otis.
“Sí estuve en peligro de muerte, sabía que estaba en ese riesgo. Tuve la oportunidad de ir al día siguiente a mi habitación a buscar algo de mis pertenencias. En esa búsqueda me di cuenta de lo afortunado que fui, realmente me salvé de milagro”, señaló al mostrar una fotografía en donde se veía la devastación causada por el huracán en su habitación, ubicada en el piso 18 el hotel Princess.
Aún había indicios de que prevalecía la seguridad en Acapulco, por esto tomó la decisión de llegar a la convención.
“Llegue al hotel a las 11 de la noche a mi habitación. Ya los vientos eran terriblemente fuertes, subó hasta el piso 18 de este hotel. El ruido del viento no me dejaba dormir; logré captar imágenes de los vientos en la ventana; sin embargo a las 11:58 de la noche se empiezan a romper los vidrios de mi habitación, me dirigí a la puerta de entrada de mi habitación, pero sentí como la puerta golpeaba hacia adentro, tomé la decisión de no abrirla, y me dirigí al baño. En ese momento revienta la puerta de mi habitación luego del gran estruendo al abrirse y comienzan a pasar los muebles de otras habitaciones volando hacia el balcón, hacia la terraza y hacia el mar”, indicó.
"La pared salió volando y pensé: sí me puedo morir"
El relato continuaba y la atención hacia Rebollar González era notoria, mencionó que el viento iba de la tierra al mar, pero cuando el huracán se mueve del mar hacia tierra, los vidrios que quedaban en la habitación, le empiezan a pegar directo a él, así como maderas.
"Siento que se empieza a mover la pared que ya se estaba desprendiendo. La pared sale volando, y pensé, sí me puedo morir”, reiteró, tras lo cual pasaron tres horas con 15 minutos.
Tras recordar esta experiencia, comentó a los participantes en esta Simposium de Seguridad que eligió ir a Acapulco cuando estaba pronosticada la entrada de un huracán, así como eligió subir a su cuarto ya cuando los vientos eran realmente fuertes, lo cual fue una mala decisión.
"Elegí no abrir la puerta de mi cuarto, fue una buena decisión. Elegí esconderme y protegerme y finalmente sobrevivir, finalmente se tomaron buenas decisiones, ¿cuántas cosas tenemos que aprender a partir de este evento? como persona, como empresas, como Asociación de Ingenieros de Minas, que organiza la convención, porque tuvimos muchas fallas, pero afortunadamente todos regresamos con bien”, refirió.
El mensaje que compartió Rebollar González fue que elijan la vida, pues el lema del presidente de Grupo BAL, "Amor por la Vida", lo entendió cuando estaba ahí en el piso 18.
"Puedo morir sí, pero me voy a defender como gato boca arriba y voy a resistir lo que pueda. Amemos la vida. La seguridad es tu elección, es tu elección vivir y hacer tu trabajo bien, amacizar bien, anclar bien y no dejar las áreas de trabajo en condiciones de inseguridad, no entrar a lugares marcados para no tener acceso”, finalizó.
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