Derivado de malas prácticas, pescadores aguas abajo del vaso de la presa Francisco Zarco 'Las Tórtolas' en la comunidad de Graseros, fueron acusados de dañar la fauna acuática del río Nazas cuando con atarraya capturan peces que por no tener el tamaño adecuado, simplemente lo dejan en alguna orilla del cauce.
Aleises Arturo Medrano Rodríguez, presidente de la Sociedad Cooperativa de Pescadores de 'Las Tórtolas', hizo un llamado a los grupos ambientalistas como Pro Defensa del Nazas (ProDeNazas) como a la propia Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente para que actúen en consecuencia y sanciones a este grupo de pescadores que se ubican aguas abajo de la presa, pues existen vedas y reglamentos que no están cumpliendo.
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“Esos pescadores son libres, al parecer tienen una cooperativa, pero es lo que hacen, capturado el pescado con atarrayas, lo suben a la lancha y luego de la jornada se van a la orilla del río y el pescado que no da tamaño ahí lo tiran ya muerto y eso ha alertado a extraños pensando que pudiera ser a causa de las temperaturas extremas”, dijo.
Dijo que a estos pescadores los dirige un poblador que se llama Leopoldo Arzola, quien se ostenta como presidente de dicha cooperativa, mismos que violentan la ley debido a que esa la zona del río Nazas está decretada como Área Natural Protegida por el gobierno federal.
“Lo ideal, si les estuviera permitida la pesca, es que una vez que se suben las atarrayas la lancha, deben valorar que sí y que no pescado es el que se van a quedar, para que aquel que no diera el tamaño, devolverlo al agua del río, ; sin embargo, precisó que no lo hacen y cuando lo hacen es cuando llegan a la orilla del río para sacudir la atarraya con la que pescan y el pescado pequeño muerto, simplemente ahí lo dejan”, relató.
Detallpo que dichos peces son mojarra y robaleta, que son especies aún pequeñas, que al capturarlo deberían hasta por conveniencia de ellos mismos devolverlo al río para que agarre dimensión o peso.
A pregunta expresa, dijo tener conocimiento de que hay cuidadores del Cañón de Fernández, que están ubicados en Sapioriz, algunos identificados con el grupo ambientalista ProDeNazas, que son quienes deberían asumir su compromiso y responsabilidad social para denunciar este tipo de prácticas indebidas.
Hizo ver que el problema es que los visitantes al ver este tipo de escenas, donde hay pescado muerto y tirado se llevan una mala experiencia, pues además del olor desagradable, ya no les quedan ganas de volver a Graseros ni a bajar al río y mucho menos ir al vaso de la presa, por lo que exhortó a las autoridades competentes a actuar.
DAED