Emotiva despedida le brindaron este martes familiares, arzobispos, sacerdotes, religiosas y numerosos laicos laguneros al obispo emérito José Guadalupe Galván Galindo, quien falleció el pasado sábado 16 de julio, justo el día de Nuestra Señora del Carmen.
Los feligreses comenzaron a arribar a la parroquia San José desde temprana hora, ya que a las 8:00 horas el padre Jorge Silva ofició una misa y a las 11:00 se rezó el Santo Rosario, a cargo de ministros extraordinarios de la comunión.
Al concluir el rosario, comenzaron a llegar más laicos, entre ellos el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González y el ex alcalde Jorge Zermeño Infante con sus respectivas esposas, así como Luly Quintero, en representación del gobernador coahuilense, Miguel Angel Riquelme, y los sacerdotes, religiosas y obispos que participarían en la misa exequial de Don Lupito, misma que fue presidida por el obispo Luis Martín Barraza Beltrán.
En punto de las 12:00 del mediodía comenzó la celebración, y en procesión desde la entrada de la parroquia, todos los sacerdotes de la diócesis de Torreón, así como los arzobispos de León, Guanajuato, Gómez Palacio, Durango, Monterrey, Nuevo León, y monseñor Torreón, avanzaron hacia el altar para llevar a cabo la eucaristía.
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El obispo Luis Martín brindó un mensaje en el que agradeció a las religiosas, catequistas, comunidades, personal del obispado y al de salud que estuvo al pendiente de 'Don Lupito' y sus cuidados médicos.
"Un obispo es un presbiterio, y sin presbiterio no hay obispo. Gracias a todo el pueblo de Dios, a los laicos comprometidos a la sociedad lagunera de Coahuila: el señor les conceda recompensa. Quien recibe a un profeta, recibe recompensa de profeta. Desde el 2000 hasta el 16 de julio del 2022, sembró su vida para dar frutos".
Además expresó a los feligreses un mensaje que envió Don Luis Morales Reyes, arzobispo emérito de San Luis Potosí y II obispo de Torreón.
"Que Dios premie las obras que realizó mi sucesor Don Guadalupe Galván; les acompaño con mi grande cariño y sigan rezando por mí, y que el señor les brinde bendiciones".
Ante una iglesia abarrotada, los presentes atentos escuchaban lo que manifestaba el obispo Barraza Beltrán, y así continuaron hasta el final de la celebración, misma que fue amenizada por el coro dirigido por el presbítero Ismael Gallegos Corona, mejor conocido como el padre "Mayito".
El padre Ignacio Wong, quien conmovido y secándose las lágrimas, se encargó de la homilía.
"Don José Guadalupe Galván Galindo tuvo una vocación a la que respondió con todo su corazón para Dios. La buena nueva fue el alimento que lo hizo enamorarse del plan de Dios, trabajar para que los hombres y mujeres descubrieran este proyecto y encontraran al padre amoroso, paciente y lleno de misericordia".
El padre Wong expresó que las virtudes "que adornaron la vida de 'Don Lupe': Nunca destruyó, tenía gran capacidad para dejar crecer, apoyar el desarrollo y entendió que en esta familia de los hijos de Dios cabemos todos, respetó la libertad y creatividad, fue cuidadoso, nunca apagó llamas humeantes, sus hermanos obispos lo llamaron responsable".
Dan último adiós
Finalmente el obispo Luis Martín Barraza expresó, "antes de entregar a la tierra donde fue formado, démosle al obispo emérito un último adiós, aquí se termina la primera estación, y se partirá a Catedral donde será sepultado", al concluir estas palabras, dio la bendición a los fieles y brindaron aplausos al obispo emérito.
A las 13:43 horas se precedió al cortejo fúnebre, el féretro de monseñor Galván Galindo fue retirado del altar por varios sacerdotes, quienes lo subieron a la carroza para el trayecto rumbo a Catedral.
Alrededor de 10 vehículos, entre autos y camiones, transportaron a la familia de Don Lupito, obispos y decanos que representan a todos los sacerdotes, recorriendo la avenida Escobedo, para luego dar vuelta en la Calzada Colón, hasta llegar a Catedral por la Matamoros, escoltados por varios agentes de Vialidad.
Una vez que bajaron el féretro de monseñor Galván Galindo en Catedral, a las 14:06 horas, feligreses que ya se encontraban a las afueras de la iglesia, lo recibieron con aplausos.
Entre cantos religiosos que retumbaban a través de grandes bocinas, fueron sus familiares, obispos y sacerdotes los primeros en pasar a la capilla del Sagrario de la Catedral, para darle cristiana sepultura, y posteriormente las puerta principal fue abierta, para que de manera ordenada y con mucho respeto, los fieles laicos entrarán por el medio del templo hasta llegar a la capilla del Santísimo, y así poderse despedir del obispo emérito de Torreón.
Sgg.