Habitantes de los poblados de Rancho Nuevo y San José de Boquillas, protagonizaron una manifestación improvisada al no ser permitido su paso a sus propiedades debido al incendio que inició ayer en el predio conocido como la Pinalosa, en los terrenos del Ejido Rancho Nuevo ubicado en la Sierra de Arteaga, que se encuentra en los límites entre Coahuila y Nuevo León.
Esta mañana los habitantes intentaron cruzar el retén que se instaló para evitar el paso ubicado alrededor de un kilómetro pasando el poblado de Los Lirios, pero se les impidió el paso por parte de elementos del estado que resguardan el lugar.
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Al externar que su interés es ver cómo quedaron sus propiedades y tratar de rescatar lo que sea posible, los lugareños se quejaron de que no se ha realizado un combate real y se impide que quienes habitan en este sector colaboren, alegando que se cuida su seguridad, a lo que recalcaron que al vivir ahí desde hace años, conocen la sierra perfectamente y ya han convivido con incendios de este calibre.
Decenas de ejidatarios y dueños de predios se quedaron en fila esperando con sus vehículos; entre ellos Tomás Cerecero, quien resaltó que no ganan nada con retenerles pues hay gente, como fue su caso, que tiene horas sin comer, y que además dejó animales en sus propiedades al momento de ser evacuados.
“Tengo animalitos, tengo a mi hijo allí que no tiene qué comer, tengo a mi nuera; yo tenía gente preparada para que fuera a trabajar, a hacer brechas, a hacerle un cortado, y no anda nadie”, afirmó.
Otros como él, afirmaron que están dispuestos a trabajar en el combate y sostuvieron que al conocer bien el terreno deberían ser considerados para apoyar, pero les han negado el paso.
“Ahora la lumbre ya se fue ya que hacen, y nosotros, somos más de 100 gentes aquí en Rancho Nuevo”, resaltó Cerecero.
Dijo que hace más de 20 años que han pasado por incendios de este tipo y como residentes los han combatido por lo que tienen experiencia, acusó de que fueron los mismos elementos de dependencias estatales y federales los que provocaron que se ampliara el fuego, debido a que no les dejaron hacer brechas al momento que inició.
Una testigo afirmó que ya estaban por remojar sus casas y no se les permitió: “el chiste era remojar las casas, tu remojas una casa, una cabaña y no se quema, papá se le quemó su cabaña por negligencia que no dejaron que fuera gente a ayudarles a apagar la cabaña, mi hermano, mi hijo, porque el tanque empezó a salírsele el gas, si van de protección civil ellos traen herramientas y saben cómo”, afirmó.
Lucy Montalvo dijo ver cómo “brincó” la lumbre de la Pinalosa a San Rafael y fue cuando se empezaron a quemar las casas; “están las pilas, está el agua, nosotros sabemos cómo; yo vi cuando brincó la lumbre de una sierra a otra, y de ahí brincó y agarró todas las casas de San Rafael, todo se quemó ahí, entonces empezaron a caerse las piedras y empezaron a caerse todos los árboles en el camino y ya no hubo pasada, entonces la gente que quedó del lado del rancho muchos huyeron a Monterrey”.
Aseguró que tienen familiares en San Rafael de los Montalvo que están en bodegas sin alimento y sin agua desde ayer, ya que toda la ayuda se ha enviado a Pinalosa, agregó que el incendio comenzó a las 2:00 de la tarde en ese lugar y los rescatistas del lado de Saltillo nunca llegaron, sino que fue gente de Monterrey los que les ayudaron a evacuar, pero hubo algunos que ya no pudieron salir por la obstrucción de los árboles y las piedras.
Por su parte el Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, aseguró por la mañana que la ayuda a quienes perdieron su patrimonio ya se está gestionando, añadió que en estos momentos se está levantando un censo de cuáles fueron los daños y que se permitiría entrar una vez que ya no hubiese riesgo para la integridad física de los pobladores.
“Evitando que tuvieran algún riesgo el día de hoy se evitó la entrada hasta no conocer todo el perímetro completo con el sobrevuelo, pero ya vamos a dejar pasar a esa gente con cuidado y en compañía de elementos de seguridad y de protección civil, en la mañana me abordaron gente desesperada queriendo ir a ver lo que quedó de sus pertenencias y comentamos que no era seguro porque ni siquiera nosotros sabíamos cómo estaba el perímetro”, indicó.
EGO