En el pasado, a la conmemoración del Día del Albañil le dedicaban tres días continuos con danzas, conciertos y bailes, sin faltar la tradicional reliquia que atraía a legiones hasta la punta del Cerro de la Cruz de Torreón.
La violencia que se vivió bajo ráfagas de metralla que detonaron integrantes del crimen organizado dejó una mancha sobre este barrio, que, gracias al esfuerzo de sus colonos se ha ido superando, pero el año anterior llegó la pandemia por el covid-19 y se canceló la procesión de las danzas y la misa en la capilla. La fiesta para los obreros quedó cancelada.
Pero esta semana los callejones fueron decorados con banderines; los toldos y las mesas se colocaron para dar reliquia a los danzantes, vecinos y visitantes, en tanto que la misa se celebró justo al mediodía. Y María de la Luz Holgín González volvió a cocinar para las legiones que se acercan a la fiesta del Cerro de la Cruz.
“Mucha gente de aquí, es nacida en el Cerro de la Cruz y hemos visto año con año a la gente que tiene verdadera devoción y vocación por las tradiciones, en particular de la Santa Cruz. Nosotros seguimos la tradición y por ejemplo yo sigo a mi papá porque él fue uno de los pioneros e inclusive trabajó para colocar la cruz que conmemoramos cada año y ahorita que ellos no están seguimos con la tradición.
La cruz que cargan a cuestas los albañiles cuando desempeñan su trabajo en la obra negra, es simbólicamente la misma que se echó a cuestas Jesús rumbo a su propia cruxifición, es por ello que el 3 de mayo, Día del Albañil en México, se conmemora el oficio con danzas, flores y una comida que ofrecería el patrón, pero en este caso, la comparten los habitantes del Cerro de la Cruz.
Para este encuentro, las familias completas se movilizan. Las matriarcas cocinando, los hombres pintando y decorando las partes altas de los callejones, los menores limpiando. No hay ni un alma ni un par de manos o piernas que no se movilicen en torno a la conmemoración.
Doña Mary apuntó, el tiempo de la inseguridad quedó atrás. Ahora sólo hay que continuar limpiando el nombre del barrio y el de sus habitantes que quedaron manchados por la sangre que dejó correr el crimen. Ahora, enfatizó, el cerro es seguro.
“Aquí es muy tranquilo. No es verdad nada de lo que dicen, incluso vamos a tener un baile en la noche, si Dios lo permite será el cierre de la festividad del 3 de mayo con el baile… Aquí nos cooperamos y nos ayudamos entre los vecinos. Yo estoy haciendo el asado y otras personas, mi consuegra y otras vecinas están haciendo las sopas: el macarrón, el espagueti, la sopa de fideos y el arroz. Estamos cocinando para algunas 500 personas. Yo estoy haciendo el asado pero la señora de enfrente está haciendo el mole”.
Las cazuelas se fueron vaciando en tanto los platos se colocaron frente a los danzantes e invitados. María de La Luz sólo guisó 25 kilos de carne y preparó el asado “para todo mundo” porque al recuperar la normalidad, pensaron, si hacían demasiado, a lo mejor se quedaba la comida. Aunque no fue el caso.
“Gracias a dios, subieron aquí al cerro como 8 ó 10 grupos danzas, que es el peregrinar desde abajo del cerro hacia arriba, hasta llegar a la cima, hasta la santa cruz, al llegar tuvieron un rato de danza. Tocaron las mañanitas y después tocó un grupo de banda. Y después, si dios nos permite la vida, después de que se termine la reliquia va a continuar la danza un rato y en la noche vamos con un pequeño baile también, que empezará a las ocho y terminará a las once".
“Claro que pueden venir, aquí vivimos tan tranquilos como no tiene idea, no se crea de cuentos; no es eso que piensa la gente de que sube y ya no baja, ya pasó ese tiempo, bendito dios, vivimos muy tranquilos, a lo mejor más seguros que ni allá, abajo, yo siempre he tenido fe y confianza de que aquí en el cerro”.
EGO