Desde que India, Nepal y Tailandia prohibieron la maternidad subrogada, Tabasco se convirtió en el edén de la renta de vientres en el mundo. Sin embargo, las autoridades estatales legislaron para que solo las mexicanas pudieran acceder a esa opción, aunque la PGR interpuso recurso de inconstitucionalidad.
Juan José Peralta, coordinador de asuntos jurídicos de Tabasco, reconoció que en los últimos tres años hubo un auge en la entidad y 95 por ciento de quienes buscaban rentar un vientre eran extranjeros.
Una mujer puede cobrar de 50 a 170 mil pesos por rentar su vientre, pero el negocio se lo llevan las clínicas y agencias que llegan a cobrar hasta 100 mil dólares.
A partir del 16 de enero, la maternidad subrogada aplica solo para mexicanos, aunque los procesos de gestación que se tienen actualmente con extranjeros terminarán sin ningún problema legal.
"Detectamos que algunos países no tiene esta legislación y cuando llegaban los niños resultaba que no tenían reconocimiento, ya que al no contar con esa legislación su equivalente al registro civil no registraba a los niños y quedan sin identidad", explicó Peralta.
En febrero, la PGR interpuso un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte, Peralta comentó que solo saben del recurso por la página de la SCJN.
Marcelo Bartolini, director de asuntos públicos de Early Institute y experto en maternidad subrogada, aseguró que luego de estudiar el recurso confía que la dependencia no quiere echar para atrás una reforma, al contrario, busca dar certeza jurídica.
Explicó que la PGR no está de acuerdo en tres puntos: que se pueda hacer la fecundación cuando uno de los donantes haya muerto, que la madre pueda rentar su vientre hasta en dos ocasiones y más previa autorización del conyugue, y que si llegan a morir los padres que contrataron el vientre, el niño sea entregado a la mujer que rentó su cuerpo.
Bartolini advierte que hay un tipo de "fraude" a la ley porque el trato se puede hacer en cualquier estado y simplemente llegar a Tabasco ante el notario para hacerlo "oficial".
"Hay una simulación, un fraude a la ley, hay clínicas que están en otros estados, agencias que venden paquetes de turismo reproductivo, por ejemplo, los pasean por Cancún y los llevan a firmar a Tabasco. Hay una serie de terceras personas entre clínicas y agencias que son las que se llevan la mayor parte de este negocio a costa de la pobreza, ignorancia y vulnerabilidad de las mujeres en México", comentó.
Peralta reconoció que existe la posibilidad de que la regulación en Tabasco abra las puertas para que el trato se haga en cualquier parte del país y se vaya a la entidad solo a validar el trato, para ello analizan una nueva modificación.
La renta de vientres se ha convertido en un negocio millonario que lleva a otra problemática: la trata de mujeres con fines reproductivos.
Bartolini afirmó que en México no hay cifras sobre el dinero que mueve ese negocio, pero en la India se descubrió que dejaba 2 mil millones de dólares al año.
"Se trata de un mercado global, hay dos tipo de países: uno con alto poder adquisitivo con problemas de infertilidad y otros en vías de desarrollo como México, donde las mujeres son orilladas a rentarse por necesidad", y agregó que hay países donde llegan a pagar más de 40 mil dólares.
Dijo que el negocio ha provocado que existan "granjas", donde se tiene a mujeres secuestradas hasta que "entreguen el producto".
Julia Cruz, quien por más de cinco años ha buscado tener un hijo y ahora ve la opción de rentar un vientre, contó que las mujeres en el país lo hacen por 150 y 170 mil pesos, más gastos médicos.
Platicó que la búsqueda de un hijo tiene costos grandes, las clínicas de fertilidad cobran hasta 300 mil pesos por un tratamiento.
Conseguir un vientre no es complicado, a través de redes sociales hay cientos de mujeres que ofrecen sus servicios y se anuncian como si vendieran un carro y dan sus mejores características.
"Joven y sana", "blanca y pelirroja con hijos sanos", "sin vicios", "soy alta", son algunos de los cientos de mensajes que se pueden leer, incluso, hay algunas que juran hacerlo gratis, pero es la forma de enganchar a las parejas para que puedan sacarles dinero.
Bartolini advirtíó que el mercado puede migrar a Sinaloa, donde se permite la renta de vientres desde 2013, pero que en su momento no resultó.