Entre rocas del 'Puerto de Ventanillas', aún quedan altares a la Santa Muerte

Los cerros se encuentran a orillas de la carretera San Pedro- Cuatro Ciénegas. En MILENIO te contamos un poco de cómo son estos altares.

Altares a la Santa Muerte en San Pedro. l Especial
Damián Ramírez
San Pedro, Coahuila /

A pie de la carretera San Pedro - Cuatro Ciénegas, a las orillas de los enormes cerros del Puerto de Ventanillas, un paso montañoso donde las aberturas en las rocas asemejan pequeñas ventanas, se pueden ver a lo lejos algunos altares a la Santa Muerte.

Es difícil llegar a ellos, hay que brincar la cerca de contención de la carretera, bajar hacia los arroyos rocosos y luego volver a subir entre la flora serrana con el riesgo de resbalar.

Ya arriba, están las enormes rocas que hacen cuevita y ahí se encuentran las figuras e imágenes de la Santa Muerte, que para los devotos, es la representación de vencer a la propia muerte, y que dicen, es venerada más que nada por quienes actúan fuera de la ley.

¿Cómo llegar al Puerto de las Ventanillas?

Para llegar al Puerto de Ventanillas se tienen que recorrer por la carretera federal San Pedro - Cuatro Ciénegas, casi 40 kilómetros al sudeste de San Pedro, Coahuila, ahí se termina la señal telefónica y la brújula es el sol y el conocimiento de los pobladores que laboran en la producción de cera de candelilla, orégano y carbón.

Dónde hace curva el cerro, esta uno de los altares, ya deteriorado, pero aún lleno de ofrendas que van desde botellas del mejor tequila y whisky.

También hay veladoras, cigarros normales y de hierbas, y hasta proyectiles de armas de fuego. Las figuras sacras para los devotos a la Santa Muerte ya están quebradas, en malas condiciones y aún así, nadie se atreve a quitarlas del altar.

¿Por qué están ahí?

Mencionan los pobladores que esos altares quedaron ahí desde los tiempos en que la violencia que fue el "pan de cada día" en la Región Lagunera.

Destacan que eran visitados diariamente y poco a poco se fueron quedando desolados, pero todavía hay automovilistas que se detienen a pie de carretera y se aventuran para llegar hasta ellos y dejar su ofrenda, para que la 'Niña Blanca', la 'Madrina' y otros nombres que se le dan a la Santa Muerte, los siga protegiendo y ayudando en su camino.

aarp


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