Debido a la discriminación de la sociedad mexicana hacia los migrantes centroamericanos que cruzan el país, Amnistía Internacional hizo un llamado a los tres niveles de gobierno y a los líderes sociales y empresariales a difundir información para desmitificar este fenómeno.
En entrevista, Madeleine Penman, investigadora para Amnistía Internacional México, señaló que el rechazo a los extranjeros que huyen de sus lugares de origen se debe principalmente al desconocimiento sobre las causas de su desplazamiento.
En ese sentido, consideró importante que las autoridades realicen campañas para difundir información sobre el tema, pues la población muchas veces los relaciona al aumento de los índices delictivos cuando, dijo, no es así.
“Hay muchos prejuicios en la sociedad mexicana sobre la relación entre ser migrante y contribuir a la delincuencia en este país. Hasta hoy no ha habido estudios, de lo que sabemos desde Amnistía Internacional, estos prejuicios no descansan en evidencia.Es muy importante que líderes de la sociedad, empresariales, de negocios, públicos, estén desmitificando estas ideas. Corresponde a ellos promover el respeto de las personas que vienen de afuera”, resaltó.
La investigadora comentó que la mayoría de los migrantes provenientes de Centroamérica son familias completas, mujeres con hijos o incluso menores solos que salen de sus lugares de origen en busca de oportunidades laborales o a causa del crimen organizado.
A su vez, hizo énfasis en que el Gobierno Mexicano debe tomar acciones en la capacitación y sensibilización de los servidores públicos, pues recurrentemente violan los derechos humanos de los migrantes al tratarlos como delincuentes.
Al respecto, destacó que en ningún país del mundo es delito no tener los papeles migratorios en regla, por lo tanto estas personas no deben ser criminalizadas.
“La criminalización de las personas migrantes es una constante.
“El trato que se les da a personas migrantes es un trato que no corresponde, porque el Gobierno Mexicano está encerrando a personas migrantes en centros de detención como si fueran delincuentes, a veces se les da tratos humillantes”, lamentó.