Este lunes 27 de enero se cumplirá un año de la confrontación armada en la que murieron 12 presuntos integrantes de Los Ardillos, aunque la Policía Comunitaria (PC) de Rincón de Chautla, Guerrero, solo reconoce haber causado asesinado a dos.
El mediodía del domingo 27 de enero de 2019, un grupo de civiles armados permanecía resguardando el crucero de la comunidad de Paraíso Tepila, de donde se desprende el camino de ramal que lleva hacia la comunidad de Rincón de Chautla.
El retén fue denunciado desde noviembre de 2018, cuando habitantes de Rincón de Chautla reportaron que un grupo de hombres armados les impedía salir de su comunidad para llegar a Chilapa de Álvarez y Hueycantenango.
El 19 de diciembre, 12 integrantes de una familia trataron de abandonar la zona para escapar de la violencia, pero fueron interceptados en ese punto y desde entonces se desconoce su paradero.
David Sánchez Luna, ex coordinador de la CRAC-PF en Rincón de Chautla, sostiene que se trata de tres adultos y nueve menores de edad, cuya presentación con vida todavía es reclamada.
Tras la desaparición de las nueve personas, los policías comunitarios atacaron el retén de Los Ardillos, lo que generó una reacción violenta del grupo criminal.
Alrededor de las 15:00 horas, los habitantes de Rincón de Chautla se percataron de que desde lo alto del crucero descendía, sobre el camino de terracería, una columna de camionetas con hombres armados, por lo que se atrincheraron para esperarlos.
El convoy quedó varado en la entrada del pueblo, Bernardino Sánchez Luna sostiene que eran por lo menos 150 hombres armados a bordo de 15 camionetas, una de ellas blindada.
Con el resguardo natural que ofrecen las rocas gigantes ubicadas en la entrada del pueblo, los comunitarios de Rincón de Chautla mataron a dos integrantes del grupo agresor y poncharon las llantas de cinco camionetas, las cuales quedaron abandonadas en el lugar.
El total de muertos del grupo de agresores fue de 12, aunque durante el año que ha transcurrido, Rincón de Chautla sólo reconoce que provocó la muerte de los dos pistoleros que quedaron al pie de su acceso principal.
El hecho de que pudieran contener a 150 supuestos delincuentes, la mayoría con armas de grueso calibre, es recordado como una proeza para la comunitaria de Rincón de Chautla.
Sin embargo, dicha victoria es opacada por la masacre de los diez habitantes de Alcozacán ocurrida la mañana del viernes 17 de enero, diez días antes de que se llegara al primer aniversario de lo que pudo conocerse como la derrota más estrepitosa que se recuerde para Los Ardillos.
RLO