Fue un sábado 21 de julio de 1923 en que el diario La Opinión amanecía con el encabezado “Con un balazo en la frente y dos en el corazón, sucumbió ayer Francisco Villa”, esta noticia cimbró a los principales círculos sociales ya que este guerrillero en una época estuvo a punto de conducir el destino de México al encabezar la División del Norte.
Las primeras versiones de los hechos que llegaban a La Laguna por medio de telegramas directos desde Parral, Chihuahua, indicaron que en la mañana del 20 de julio Pancho villa salió del Poblado de Canutillo hacia Parral en un auto marca Dodge, acompañado de su secretario Miguel Trujillo y algunos hombres de confianza.
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¿Cómo mataron a Pancho Villa?
Alrededor de las 8:30 de la mañana al estar cerca de la Plaza Juárez a la altura del barrio Guanajuato, lo abordaron cerca de diez sujetos armados con rifles 30 30 que se habían ocultado en una casa cercana, de la cual salieron disparar a diestra y siniestra dando muerte al llamado Centauro del Norte.
Después de las descargas el auto se detuvo contra la pared de una propiedad y en su interior, los cuerpos de Villa, su secretario y sus acompañantes.
Las autoridades llegaron al lugar de la balacera y procedieron a levantar el cadáver que fue llevado a una casa de la zona Centro de Parral, para luego exponer el cuerpo de Villa en el Hotel Hidalgo, donde los curiosos podían constatar su muerte en un velorio improvisado, incluso varios fotógrafos aprovecharon para capturar el momento.
Cuando se enteró de los hechos el Presidente de la República en ese entonces, Álvaro Obregón, ordenó inmediatamente por telégrafo a los jefes de operaciones en Chihuahua y Durango, que dieran con los responsables y a las autoridades civiles que procedieran a abrir el proceso correspondiente.
Entre dimes y diretes que empezaron a circular en esa fecha, se dijo que los atacantes eran antiguos soldados de Villa que previamente se habían revelado y hasta habían intentado un acto similar en su contra, esto por supuestas diferencias en la repartición de unas tierras.
Un asesinato político
En el seguimiento a la balacera, el 22 de julio La Opinión resaltaba que “Son capturados tres de los asaltantes del famoso guerrillero Francisco Villa”, donde trascendió además el lugar exacto donde se perpetró dicho asalto, fue a las afueras de la casa número 8 de la calle Barreda y que el cadáver del ex guerrillero presentaba 16 balas, nueve que entraron a su cuerpo y siete que causaron escoriaciones.
Luego se informó en este periódico que se trató de un plan bien meditado por sus ejecutores, los cuales huyeron a pie al dejar sus caballos amarrados y solo se logró la captura de tres de ellos que resultaron heridos, mismos que aseguraban que solo pasaban por el lugar.
En tanto, ya para el 23 de julio, La Opinión daba seguimiento del caso y publicó que el New York Times calificó la muerte de Villa como un asesinato político.
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