Apicultores de los municipios de Suc-Tuc, Hopelchén y Crucero Oxá, en Campeche, solicitaron con urgencia al gobierno estatal encabezado por Layda Sansores San Román que se declarara una emergencia ambiental ante la muerte masiva de abejas en dichas localidades.
Además, pidieron medidas para contener la contaminación originada por químicos agrícolas y plaguicidas que comprometen la salud de los polinizadores, el ecosistema y las personas que habitan en la región.
Los representantes de apicultores y pobladores de las comunidades afectadas se reunieron con la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce), Angélica Lara Pérez Ríos, a quien propusieron retomar el maíz criollo por su resistencia a los plaguicidas y buscar sancionar a las empresas que utilizan estos químicos.
Recordaron que en marzo de 2023 se presentó una muerte masiva de abejas en apiarios de esas comunidades, provocando graves daños a la apicultura y a la economía de las familias que dependen de esta actividad.
“En las comunidades sentimos que no hay un avance de parte de las autoridades por lo que se suscitó en el 2023 y en enero de este año se vuelve a dar, entonces igual a pasado demasiado tiempo, esto ya se generalizó, esta generalizado, no solamente en Ich-Ek, rumbo a Escárcega, Camino Real, más allá de Hopelchén, rumbo a la montaña, se están dando los casos de la muerte masiva de las abejitas”, indicó el apicultor José Alfredo Sánchez.
Se unieron al llamado los productores Benjamín Yeh, José de los Ángeles Couoh Poot y José Manuel Poot, quienes mencionaron que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático de la SEMARNAT emitió el informe “Evaluación de la presencia de plaguicidas tóxicos en el aire ambiente y su potencial impacto en apiarios del municipio de Hopelchén”, en el que se identifican nueve tipos diferentes de plaguicidas con toxicidad moderada y alta.
El documento menciona textualmente que “el hallazgo de varios plaguicidas en un mismo sitio genera evidencia de los malos manejos de plaguicidas en la región, presumiendo que dentro de estas prácticas se encuentra el mezclado de productos que no han sido diseñados para ello, lo que provoca efectos sinérgicos desconocidos y potencia los daños que estos producen a los organismos no objetivo como lo son las abejas melíferas”.
Avala lo anterior estudios realizados por Ecosur, campus Chiapas, y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), que dictaminaron que la mortandad de abejas ocurrió por el envenenamiento producido por el plaguicida Fipronil, prohibido en diversos países por su grave efecto en el medio ambiente y la salud de las personas.
El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) identificó altos niveles de contaminación en el suelo y el agua de Hopelchén por el uso de químicos agrícolas y plaguicidas.
¿Qué es lo que piden los apicultores?
Los apicultores solicitaron la suspensión del uso del Fipronil, además de cualquier otro plaguicida o químico, notificando a los productores agrícolas y a los comercializadores de productos químicos de esa determinación.
También pidieron delimitar las áreas más afectadas donde se ha presentado la muerte masiva de abejas, hacer muestreos en personas y seres vivos de la región para detectar el grado de contaminación que presentan por la exposición a sustancias químicas agrícolas o tóxicas.
Así mismo, establecer un mecanismo para la disposición final de envases utilizados en la movilización, almacenamiento y venta de químicos agrícolas y tóxicos que garanticen que no serán fuente de contaminación, y promover iniciativas de reforma a la ley para sancionar administrativa y penalmente a quienes no cumplan con las disposiciones de manejo adecuado de químicos agrícolas y tóxicos.
MO