El vocero del Frente Unido de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero (FUPCEG), Salvador Alanís Trujillo, afirmó gran parte de los desplazados del corredor de Filo de Caballos ya regresaron a sus lugares de origen y explicó que sólo permanecen fuera de ellos los que son rechazados por las asambleas de sus pueblos.
Alanís Trujillo manifestó que pese a lo informado por organismos de derechos humanos, la mayoría de los desplazados ya se encuentran en los pueblos que abandonaron tras la agresión armada de noviembre de 2018.
“La verdad es que ya las poblaciones del corredor han estado aumentando el número de habitantes, pero hay que decirlo como es, hay desplazados a los que no quieren de regreso en los pueblos”, anotó.
Comentó que hace un par de semanas hubo una reunión en la que participó el subsecretario de Asuntos Políticos del Gobierno del Estado, Martín Maldonado del Moral, y los comisarios de los pueblos para revisar el tema.
“Se leyó nombre por nombre y la gente no los quiso, se citaba cada uno de los casos y se preguntaba quienes querían que volvieran, hubo algunos casos donde hubo una oposición muy evidente”, destacó.
A casi dos años de los enfrentamientos en Filo de Caballos, Campo de Aviación y Los Morros, Alanís sostiene que hay 13 comunidades que están prácticamente repobladas.
Como ejemplo citó el caso de Corralitos, ahí señaló que el pueblo se había quedado casi completamente vacío, pero en estos momentos ya regresaron alrededor de cien familias.
Otros pueblos que han recuperado a parte de sus habitantes, sostuvo, son Carrizal, Polixtepec y Filo de Caballos, pero se sigue revisando quienes están en condiciones de volver.
Estimó que hay por lo menos 170 jefes de familia que no tienen posibilidades de regresar a la zona que actualmente controla el FUPCEG.
“Lamentablemente hay mujeres, niños, hay esposas y hermanos de algunos que fueron sicarios, eso complica mucho las cosas”, aseguró.
De acuerdo con Salvador Alanís, lo más adecuado es que se promueva la reubicación, porque hay muchas personas dolidas por lo que pasó antes de la incursión de noviembre de 2018.
“Hay muchas historias de terror, de mujeres que violaron, señores que mataron, llegaron a terminar con familias completas y por eso es que no los quieren en sus pueblos”, aseguró.
RLO