Ya conocido fuera del país, por la inusitada presencia de enfermedad renal en poblaciones ribereñas, el caso de Poncitlán, Jalisco, sigue siendo paradigmático. Ahora no sólo porque presenta las tasas de prevalencia más altas del mundo, sino porque el estudio que encabeza la Universidad de Guadalajara (UdeG) asocia la contaminación del aire como uno de los factores causantes del daño renal en el poblado de Agua Caliente.
El tema lo expuso el doctor Felipe Lozano Kasten, investigador de la UdeG, dentro de la sesión de Salud Ambiental celebrada ayer en la 48 Conferencia Mundial de la Unión sobre Salud Pulmonar, donde explicó que los contaminantes en el aire no solo dañan los pulmones. "Las partículas finas pueden dañar los riñones de la misma manera que dañan otros órganos", sostuvo.
Agua Caliente es una población de 950 habitantes, donde los investigadores documentaron 163 casos de enfermedad renal en algún grado. Su atención se centró en la infancia: "Nos preguntamos ¿qué sucede con el medio ambiente?". Lozano refirió que los efectos de la contaminación ambiental afectan más a edad temprana "porque un niño porque respira más veces que el adulto, bebe más agua más que un adulto, gatea, está más en contacto con la tierra" y su organismo aún en desarrollo está inmaduro.
El estudio monitoreo las partículas suspendidas PM 2.5 (menores a 2.5 micras). El investigador refirió que 94 por ciento de los hogares e en esta comunidad rural cocinan con leña, utilizando alrededor de 2 mil 574 kilogramos de leña diarios, residuos que van al aire y luego respiran. Porque estas ínfimas partículas flotan.
Lozano Kasten dijo que resultado del monitoreo atmosférico "prácticamente todos los días" los habitantes de Agua Caliente están expuestos a ese aire, el cual presenta parámetros por encima de lo que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, acotó que la Norma Oficial Mexicana es más laxa, y sus niveles de alerta señalan sólo algunos días y horas de riesgo.
Para el investigador esta exposición es uno de los factores de riesgo que se suman para tener tal incidencia de daño renal, junto al hecho de que 80 por ciento de la población vive en pobreza extrema. Mujeres, niñas y niños están expuestos a muchos metales dañinos para la salud: Hay trabajo infantil que consiste en regar pesticidas, con mochila a la espalda.
El estudio encontró 447 habitantes con determinación de pesticidas, señaló. Además se encontraron metales pesados en la sangre de los 163 habitantes con algún grado de daño renal.
Un tercer contaminante ambiental es el glifosato, que se presume llegó a su organismo, porque es la sustancia que se utiliza para combatir el lirio en la laguna y por efecto de la evaporación su componentes también van al aire.
Lozano Kasten concluyó que sí es posible hablar de un vínculo entre aire y daño renal y citó que en septiembre de 2015, la Asociación Americana de Nefrología publicó un reporte que estima hay 44 mil 793 casos de enfermedad renal relacionados con contaminación del aire, un dato que dejó perplejo a más de uno.
Por lo pronto, en Agua Caliente la fragilidad alimentaria y la desnutrición, asociadas a la exposición a partículas PM 2.5, a pesticidas y a metales pesados están jugando un papel importante en la presencia de enfermedad renal, afirmó.
SRN