Prevenir el embarazo en la adolescencia se ha convertido en un verdadero desafío para el sector público de salud del sur de Tamaulipas. Mujeres de entre 10 a 19 años de edad buscan atención médica porque en unas semanas podrían convertirse en madres, aunque ciertamente la mayoría de ellas no están preparadas y no lo desean.
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Esta problemática continúa pese a los diversos métodos anticonceptivos y acceso a datos de salud sexual, tan sólo al centro de salud de Ciudad Madero cada vez llegan más jovencitas para comenzar con su control prenatal. Yasmina Mendoza, directora de la unidad sanitaria señaló que lamentablemente no baja la cifra de embarazos a temprana edad.
“Las adolescentes se embarazan y esto no es un problema actual. Desgraciadamente nos estamos arrastrando con ese problema cultural, creo yo, más que de salud pública. Actualmente tenemos en control a 25 embarazadas y en lo que va de junio han ingresado ocho”.
El embarazo precoz obliga a las adolescentes a cambiar prioridades y coartar sus proyectos de vida.
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Las muñecas, juegos o libretas de apuntes ahora pasan a ser biberones, pañales y todos los productos necesarios para mantener a un bebé que podría nacer de manera prematura y poner en riesgo a la joven madre.
“El problema acá es que el producto está en riesgo, también la niña está en peligro, además que hay mayor probabilidad de infecciones de transmisión sexual. Hemos intensificado nuestra labor de promoción en cuanto a planificación familiar, tenemos acá métodos a la vanguardia como implantes subdérmicos, hormonales y también condones masculinos y femeninos”.
Con información de Mario Juárez
VLSS