Ratas, moscas, cucarachas y chinches son algunas plagas que cobran cada vez más presencia en municipios que conforman el territorio mexiquense donde son generadas más de 22 mil toneladas de basura diaria y los espacios para ésta cada vez son menores, además de contaminación, afirmó Ramón Ojeda Mestre, secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental.
Ejemplificó que el relleno sanitario de Tlalnepantla que opera desde 1998, son desaprovechadas cerca de 90 millones de metros cúbicos de biogás que produce la descomposición de los desperdicios domésticos acumulados en el vertedero, donde no se logró concretar el proyecto de generar energía eléctrica con el gas y este es incinerado diariamente, sin darle una utilidad y al quemarse al aire libre libera contaminantes.
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Las enfermedades y las plagas tienen un hábitat favorable pues de ese total de desperdicios van a dar a las coladeras a los ríos a tiraderos clandestinos, vertederos "controlados" y rellenos sanitarios que operan fuera de las normas ambientales, afirmó Ojeda Mestre.
Aseguró que en el territorio estatal todos los rellenos sanitarios que operan en la entidad incumplen la norma ambiental 083 además junto con ellos existen alrededor de 250 sitios más donde se confina la basura inadecuadamente.
Ante el incumplimiento de normas de los gobiernos municipales los habitantes viven en un riesgo sanitario inminente, insistió el ambientalista.
Un primer incumplimiento es que los rellenos sanitario tanto de Naucalpan y Tlalnepantla y otros que operan en el Estado de México generan fauna nociva como cucarachas, moscas, chinches, ratas.
Son plagas que provocan enfermedades como gastroenteritis, desintería, alergias, cólera, diarrea infantil y las chinches ántrax, entre otros padecimientos que ponen en riesgo la salud humana, advirtió el secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje.
Sobre el relleno de 'Tlalne' se prevé que al término de la concesión, en 2018, más de 12 millones de toneladas de basura doméstica quedaran sepultadas y esta es una cifra conservadora.
A simple vista se observa un control estricto en el manejo de los desechos. Sin embargo, no se aprovecha el biogás que, al quemarse al aire libre, contamina la atmósfera.
Otro factor son las afectaciones graves a los mantos freáticos, pues en el proceso de descomposición de la basura, se producen lexiviados, es decir, jugos de la basura, que se filtran al subsuelo, fundamentalmente en la temporada de lluvias.
Afirmó Ojeda Mestre que aún los rellenos sanitario son un peligro ya que si los mantos para los humanos se llegan a contaminar, tomaría alrededor de 100 o 120 años reciclarse y volver a tener agua potable, y aún más los tiraderos a cielo abierto clandestinos o "controlados".
MCLV