El paso de la última caravana migrante por el Istmo de Tehuantepec evidenció la falta de coordinación entre los tres niveles de gobierno, según Germain Alvarado, alcalde de Santo Domingo Ingenio, Oaxaca.
Esta comunidad, reconocida por su solidaridad con los migrantes, lamentó que en esta ocasión los protocolos establecidos en mesas de trabajo no se aplicaran.
“Nos tomó por sorpresa esta caravana, la verdad que teníamos ya un protocolo de las mesas de trabajo para darles ahora si que el soporte a los hermanos migrantes y a las diferentes que atienden en esta organización de darle el resguardo a los migrantes”.
Los más de dos mil 700 migrantes que formaban parte del llamado "viacrucis migrante" tuvieron que recorrer más de 120 kilómetros desde los límites de Chiapas hasta el municipio de Juchitán, donde permanecieron 48 horas antes de continuar hacia Salina Cruz.
El alcalde de Santo Domingo Ingenio destacó la importancia de contar con una logística bien establecida para atender a un número tan grande de migrantes.
Sin embargo, reconoció que albergar a más de mil, mil 500 o hasta dos mil migrantes representa un desafío debido a la infraestructura limitada.
“Para albergar a un determinado número de migrantes de 300 a 500 podemos tenerlos, de acuerdo a la infraestructura que contamos, pero albergar más de mil, mil 500, dos mil o cifras de 2 mil migrantes que se manejan, eso ya se complica un poco más”.
En este sentido, enfatizó la necesidad de coordinar y facilitar el paso en grupos pequeños de migrantes para evitar la saturación de comunidades, lo que compromete la prestación de servicios.
“Lo que se pretende es que, a lo largo de esta ruta, la caravana migrante no venga tan compacta, porque eso nos hace vulnerables a los municipios”.
MO