Traer un vehículo de procedencia extranjera sin la documentación que se exige para determinar que es legal en México, puede tener consecuencias que van desde el aseguramiento de las unidades, hasta multas al comercio exterior y prisión de hasta seis años.
De acuerdo a la abogada litigante, Nuria Gallegos, en entrevista para el programa 'En Directo', con David de la Garza, las implicaciones se aplican en contra de quien conduzca el vehículo al momento de una inspección por parte de las autoridades.
“Si no traes tu pedido de importación, no es legal tu vehículo”, compartió. Explicó que al momento que la autoridad fiscal asegura una unidad, se trata de un procedimiento para dejar como garantía al seguir un “embargo precautorio”.
“El vehículo pasa a ser propiedad del fisco pero se generan multas y un crédito fiscal. Se inicia un procedimiento administrativo en contra del poseedor, lo que le da la oportunidad de que, en un lapso de diez días, acrediten su legal estancia con los documentos”, dijo Nuria Gallegos, la abogada litigante.
Compartió que en caso de hacer omisión, se procede a otro proceso llamado 'Procedimiento Administrativo de Ejecución', área que cobra el crédito generado, que de no cubrirse, embarga bienes además del vehículo.
De manera posterior siguen procesos penales con años de cárcel según el estado legal de la unidad.
“Te pueden quitar el carro, te embargan bienes y las multas al comercio exterior son muy altas, a veces más altas que al valor del vehículo. Incluso puede haber pena de cárcel, en el menor de los casos de tres meses a seis años. La pena varía si el vehículo traía documentos falsos o tenía reporte de robo”, señaló.
Sobre los delitos que comete el conductor de un auto que no esté en regla, comentó que, “actualmente hay los que se cometen relacionados a conducir un vehículo de procedencia extranjera sin documentación en regla, entre los cuales está el de presunto contrabando, el cual se forma al salir del área fronteriza. Asimismo es ilegal la compra venta de vehículos de procedencia extranjera”.
aarp