Jacinto y Raquel, las muertes que empañaron el séptimo aniversario del caso Iguala

Tres días antes del arranque de la Acción Global, un autobús utilizado por los normalistas rurales embistió y mató al campeón de artes marciales mixtas y su acompañante; habitantes de Chilpancingo exigen el cierre de la Normal Rural.

Fue vandalizado el antimonumento a los 43, después del accidente y las muertes de Raquel y Jacinto. (Rogelio Agustín Esteban)
Rogelio Agustín Esteban
Guerrero /

Un accidente mortal modificaría drásticamente las actividades que los padres de los 43 y los normalistas tenían programadas para desarrollar en Chilpancingo, Iguala y la Ciudad de México, en el contexto del séptimo aniversario de los ataques del 26 de septiembre de 2014.

El campeón de Artes Marciales Mixtas, Jacinto Palacios Celino, y la señora Raquel Acosta Ayala, perdieron la vida luego de que el auto en el que viajaban colisionara supuestamente con un autobús tripulado por estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. La tragedia cambiaría los planes.

La acción global por Ayotzinapa comenzaría el lunes 20 de agosto con acciones en carreteras, en las que se repartirían volantes para denunciar que, a siete años de distancia, los resultados de la Comisión Especial y de la Fiscalía General de la República (FGR) no son satisfactorios.

De acuerdo con la convocatoria dada a conocer por la sociedad de alumnos de Ayotzinapa, ese día se realizaría un volanteo en carreteras de las siete regiones del estado, pero dado el impacto de la información generada por el accidente y su costo en vida, padres y alumnos se limitaron a realizar un acto de presencia en las casetas de la Autopista del Sol.

Ni siquiera solicitaron la cooperación de los automovilistas.

El martes 21 se tenía programada la toma de estaciones por parte de los padres de los 43 y grupos de estudiantes, pero la actividad no se realizó y solamente hubo una marcha de la entrada norte hacia el monumento a Las Banderas, sobre la avenida Lázaro Cárdenas de Chilpancingo, donde don Melitón Ortega manifestó sus condolencias para las familias de las víctimas del accidente, pero llamó a detener lo que calificó como una campaña de linchamiento.

El féretro de Jacinto. (Rogelio Agustín)

El miércoles 22 no se llevó a cabo el mitin programado en Ciudad Judicial de Chilpancingo, donde exigirían la entrega de los videos que se grabaron la noche del 26 de septiembre de 2014 en el Palacio de Justicia de Iguala, mismos que hasta el momento se reportan como desaparecidos.

Solamente hubo presencia en las casetas de peaje de la Autopista del Sol.

El jueves 23 se suspendió el mitin considerado inicialmente en la estela de los dos caídos en la cabecera municipal de Iguala.

En el transcurso de la semana existía la posibilidad de irrupciones en las instalaciones del Congreso local, los edificios del Poder Judicial de Iguala y Chilpancingo y marchas en la capital del país.

La irrupción del jueves 16 en las oficinas del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRD, donde se causaron diferentes tipos de destrozos representaba un antecedente de lo que podía suceder.

Incluso, en el Congreso local ya se habían tomado medidas, pues desde finales de julio comenzaron a realizarse trabajos de reforzamiento con estructuras de metal en las zonas de acceso, tanto del estacionamiento como de la explanada Benito Juárez, en las puertas de la sala de plenos y en el pasillo que lleva hacia la zona de oficinas.

Pero las estructuras de metal instaladas en el Congreso se quedaron esperando la oportunidad de demostrar su eficacia.

El accidente que “desinfló” las protestas del séptimo aniversario

La tarde de del 17 de septiembre, en el kilómetro 10 del libramiento a Tixtla, se suscitó un accidente que alteró completamente el calendario de actividades del colectivo “Nos Faltan 43” y la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

Esa tarde, aproximadamente a las 18:00 horas, el profesor de Artes Marciales Mixtas, Jacinto Palacios Celino, regresaba del municipio de Tixtla, ciudad a la que acompañó a la señora Raquel Acosta Ayala, madre de dos de sus alumnos para hacer efectivo el pago de un vehículo que la mujer había colocado en venta.

Circulaban a bordo de un vehículo Volkswagen de color gris, habían pasado la caseta de cobro del libramiento y la zona en que la carretera presenta daños provocados por deslaves.

Los estudiantes regresaban de la caseta de Palo Blanco, ubicada en la Autopista del Sol, donde habían solicitado la cooperación de los automovilistas para financiar las protestas enmarcadas en el séptimo aniversario de los hechos registrados en Iguala de la Independencia.

Hasta el momento no existe un peritaje que consigne las condiciones en que se generó el encontronazo.

Fue vandalizado el antimonumento a los 43, después del accidente y las muertes de Raquel y Jacinto. (Rogelio Agustín Esteban)

Lo cierto es que las huellas provocadas por el amarre de llantas y el arrastre de la pequeña unidad generan una lectura inicial que ubica al autobús impactando de lleno la parte frontal del vehículo tipo sedan.

Las dos unidades involucradas se incendiaron. Palacios Celino y la señora Acosta Ayala murieron en el lugar, sus cuerpos fueron rescatados casi completamente calcinados.

De acuerdo con lo observado por personal del Servicio Médico Forense (Semefo), Jacinto intentó proteger con su cuerpo a la señora Acosta. Su cabeza explotó por el nivel de calor que generó la conflagración.

Varios automovilistas que circulaban por dicho tramo carretero tomaron algunas gráficas de los vehículos en llamas.

En ninguna de las fotografías que trascendieron se observa que los normalistas rurales hayan tratado de ayudar a las víctimas, por eso cuando la sociedad de alumnos Ricardo Flores Magón manifestó su solidaridad con las familias dolientes, el hijo de Jacinto, Josué Afit Palacios les señaló que la solidaridad debieron mostrarla cuando podían auxiliar a su padre, en el momento en que su cuerpo era calcinado.

¿Quién fue Jacinto?

Jacinto Palacios Celino era un hombre de 49 años nacido en Apango, cabecera municipal de Mártir de Cuilapan y radicado en Chilpancingo desde su adolescencia.

De acuerdo con su hijo Josué, “Chinto”, como le decían sus amigos incursionó en el mundo de las artes marciales buscando una opción para liberarse del bullying escolar, pero en realidad encontró una manera de sobresalir en el ámbito de las competencias, pues desde los 14 años comenzó a dejar registros ganadores en torneos organizados por instituciones del estado, luego a nivel nacional e internacional.

Al momento de su muerte, Jacinto tenía 35 años de vida entregada al deporte, particularmente a las artes marciales.

Jacinto Palacios, el campeón de MMA que murió cuando su vehículo fue arrollado por el autobús de la normal de Ayotzinapa.

Fue ganador del torneo “Los Guantes de Oro” de Chilpancingo, en el que se midió con los mejores boxeadores de su generación.

Ganó por lo menos un par de torneos panamericanos, impulsados por la Organización Internacional Kung Do Lama y, posteriormente, fue parte del grupo de campeones que fundaron Evolución, como sistema de combate especializado en artes marciales mixtas.

De primer impacto, las redes sociales reventaron en contra de la Normal Rural de Ayotzinapa en cuanto se supo del accidente y de que uno de sus autobuses estaba involucrado.

Pero la condena adquirió una dimensión mayor cuando las autoridades confirmaron que las víctimas mortales del percance eran la señora Raquel Acosta y el promotor del deporte marcial.

Melitón Ortega... vocero de los padres de los 43, asegura que la campaña de desprestigio viene de la derecha guerrerense. (Rogelio Agustín)

La petición de cierre

La jornada del lunes 20 de septiembre, en el contexto de la acción global por la desaparición de los 43, fue muy distinta al de otros años, lo que fue reconocido por el abogado Vidulfo Rosales Sierra.

Ese mismo día, en la plataforma de peticiones Change.org, se colocó un planteamiento dirigido concretamente al caso de la normal Raúl Isidro Burgos.

“Clausura y cierre definitivo de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos”, señala el título de la publicación, que se sustenta en la siguiente justificación: “Derivado de los actos que con frecuencia realizan los alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, se solicita el cierre definitivo con el fin de erradicar los actos de violencia, vandalismo, secuestro y corrupción. Solicitamos que se investigue y se haga una auditoria a los directivos de la institución y se haga justicia a diversos delitos cometidos por integrantes de los comités que conforman los lideres de (sic) el movimiento denominado Nos Faltan 43”.
Melitón Ortega, tío de Mauricio Ortega Valerio (18 años) | Ariel Ojeda

Durante las primeras 24 horas, la petición alcanzó más de 15 mil firmas de apoyo, aunque después bajó el ritmo de las adhesiones y para la jornada del viernes 24 de septiembre, una semana después del accidente había un registro de 19 332 firmas.

En la plataforma se indicaba que, de alcanzar las 25 mil firmas, dicha petición sería de las más respaldadas en su registro histórico.

ledz

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