En la calle de Morelos del Pueblo Mágico de Real del Monte, que no tiene más de 30 metros de largo, hace 21 años se realizó por primera vez la primera Feria de la Plata, con el fin de apoyar a los mineros que se habían jubilado y quienes no hallaban modo de sustento.
En 1986, Calixto Durán Téllez y más de una veintena de jóvenes, recibieron clases de platería por parte de artesanos especialistas de Taxco, Guerrero, e inició este oficio en Mineral del Monte, pero hoy, a 21 años de aquel día, la situación ha cambiado.
“No ha habido mucha venta, porque la gente ya no quiere invertir en la platería y mucho tiene que ver que haya ingresado al país joyería china, por lo que las personas no buscan calidad, sino precio”.
“En esta Feria somos pocos los artesanos de plata, somos aquellos hombres que recibimos clases de artesanos, pero ahora, a nuestros hijos, no les interesa aprender, porque actualmente ya estudian una licenciatura y no le ven futuro a la artesanía. Además, pues la gente viene a la Feria, pero no hay muchas ventas y compran productos chinos”, dice Durán Téllez, mientras talla y pule con cuidado, las pequeñas esferas plateadas que unidas forman un rosario.
Durán Téllez asegura que hace falta mayor apoyo gubernamental, porque no se ha tenido el cuidado de saber cuántas personas y familias viven de la platería, “y hasta los talleres familiares están desapareciendo”, y lo más preocupante para él, es que este oficio irá perdiendo por el desinterés por esta tradición que forma parte de la magia de Mineral del Monte.
Desde la entrada de esta Feria, ubicada desde la entrada del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), decenas de comercios y expositores se han colocado por debajo de unas carpas blancas que cubren la avenida Hidalgo, calle principal que atraviesa el centro de este Pueblo Mágico, en donde la tarde de este sábado se dieron cita cientos de personas para pasar un fin de semana en este lugar mágico.
Entre puestos de comida, que son los que más espacio han obtenido en este camino, también se colocaron puestos de joyería en plata, artesanal con piedras preciosas, así como de chocolates finos, que realiza Karina Maldonado con textura marmoleada y rellenos de diferentes sabores, entre maracuyá, rompope, manzana, brandy, entre muchos otros.
El monumento al Minero, ubicado entre las calles Jiménez de la Paz y Ahuizote, se levanta la figura en bronce con dos coronas de lilas blancas, y margaritas amarillas, en recuerdo a los mineros caídos en la Mina la Purísima Concepción el día 8 de mayo de 1965, y es ahí donde los paseantes se toman la foto del recuerdo, mientras un grupo de niños juegan con los perros de la calle.
Sólo unos metros más adelante, Ivet Aguilar revisa el chocolate que prepara con leche, porque además de vender su producto, lo hace para que conozcan las barras de chocolate con cacao que se hace de forma natural y sin conservadores, arte que aprendió hace más de una década, con la receta de Huejutla, junto a la creación de tamarindo dulce y salado que coloca en tarros pequeños de barro.
Entre los pasillos, Laura Castro Montiel recarga en su hombro la parte de una penca gruesa de maguey en donde ha colocado en orden los “changuitos”, dulce tradicional del municipio que sólo se realiza en la época de la manzana de San Juan, en Zempoala, que se encajan en un palillo de madera y se bañan con una mezcla de miel, piloncillo y se coloca coco rallado que los hace agradables a la vista, receta aprendida por su abuelita, que aún vive y tiene 80 años.
Entre ropa de tejidos Tenango y de Acaxochitlán, así como pulseras de diferentes piedras, peluches, plantas naturales, pequeñas fuentes de cantera, zapatos, juguetes chinos y pan de nata o cocoles, se escucha la melodía “Bésame mucho”, que interpreta una joven de la UAEH en su violín.
Los restaurantes tienen comensales que aprovechan el día para comer un paste antes de continuar su caminata por las calles adoquinadas y jardines verdes de Real del Monte, pero la lluvia llegó, y se fue despejando los pasillos de esta Feria, que tiene 21 años de tradición.