Con la fila de varios metros que alcanza casi una cuadra de la calle Rodríguez en el Centro de Torreón, más de cien adultos mayores se encuentran esperando su turno para recoger su dinero en el Banco de Bienestar, a pocos minutos de la 1:00 de la tarde de este lunes, el cielo comenzó a despejarse y el sol a pegar en las espaldas de las personas.
“Siempre es lo mismo aquí, se hacen las filas pero lo necesitamos, sino no estaríamos”, comentó una señora sobre la organización del personal de Bienestar.
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Clima está "agradable" y les colocan sillas para mitigar espera
Aunque hoy el calor es menos que semanas atrás, y se colocaron decenas de sillas a lo largo de la calle, la acumulación de gente hace un ambiente bochornoso.
Algunos llevan apenas una hora esperando y otros más, aunque lenta la fila sí va avanzando y ya casi llegan al turno 200, pero hay quien todavía tienen el 311 y la gente sigue llegando para pedir su dinero y otros solo para hacer las aclaraciones.
Este lunes 15 y el martes 16 se usarán para la letra 'R', según el calendario estatal, y durante los próximos días se pronostica la misma situación. Algunos negocios se ven atrapados entre los adultos que pasan de una silla a otra mientras avanzan las atenciones.
Algunos adultos vienen solos, otros acompañados de sus familias, hay quienes llegaron en sillas de ruedas, pero solo les queda esperar, tienen hasta las 6:00 de la tarde cuando el banco cierre y con suerte esperan salir de ahí entre las 3:00 o 4:00 de la tarde.
“Nos dicen que para las 4:00 pero no es cierto, ya casi es la 1:00 y la fila no avanza”, dijo una mujer con el turno 320, “estamos esperando las sillas también para sentarnos aunque sea”.
Cada adulto mayor tarda hasta 30 minutos en el cajero
Las tres cajas en el interior del banco no son suficientes, cada persona demora más de 30 minutos en salir, y quienes únicamente quieren una aclaración prefieren irse y volver otro día a formarse en una fila que supera las 100 personas.
Tampoco confían en los cajeros, hay quienes llegaron tarde porque prefirieron hacer solos el proceso pero al llegar ahí se dieron cuenta que había un problema con su tarjeta o no tenían dinero, por su parte, hay otros que prefieren lidiar con las extensas horas y el calor que con el riesgo de que les roben.
aarp