Escuela de música infantil de Zaachila, Oaxaca: del basurero a tocar en París

La escuela de iniciación musical “Santa Cecilia” es parte de un proyecto comunitario impulsado por un grupo de misioneros religiosos para lograr la reconstrucción del tejido social.

Escuela de iniciación musical “Santa Cecilia” (Ilustración: Mauricio Ledesma)
Óscar Rodríguez
Oaxaca, Oaxaca /

Después de 11 años de su surgimiento, la banda filarmónica infantil de la escuela de iniciación musical “Santa Cecilia”, de la colonia popular Renacimiento de la comunidad de Vicente Guerrero, Zaachila, logró trascender y romper fronteras al presentarse con éxito en París, Francia, donde ofrecieron un magno recital.

El grupo de 40 niños y jóvenes músicos es parte de un proyecto comunitario impulsado por un grupo de misioneros religiosos para lograr la reconstrucción del tejido social de una colonia popular marginal que fue creada en la zona del tiradero de basura metropolitano, donde había graves problemas de violencia, presencia del crimen organizado y exclusión social.

La base de la escuela de iniciación musical infantil comenzó con 23 niños; hoy cuenta con 150 integrantes que conforman tres agrupaciones: una banda filarmónica, una orquesta de cámara y la orquesta sinfónica, siendo esta última la que logró ser invitada a París, Francia.

La escuela musical infantil se mantiene del apoyo comunitario y de diversas donaciones internacionales como la iniciativa Taschen de Estados Unidos, la asociación Zuiza El corazón que canta, la piloto francesa Isabelle De Boves, el pianista Pannus Caran y la fundación Key of Change que apoyan una agrupación musical en Japón.

“Nuestro proyecto surge de un ambiente violento, de pobreza, de exclusión, está ayudando a construir nuevas personas, en semejanza a lo que ellos vivieron con desastres naturales como el embate de tsunamis o desastres nucleares. Y era como intentar tener dos experiencias de lo que estaba haciendo la música en distintos lugares del mundo, para potencializar el desarrollo humano en las comunidades para crear nuevas identidades”, confió el Padre José Rentería precursor del proyecto.

Con el financiamiento que aportan por un lado las fundaciones y patrocinadores internacionales y la cuota que aportan los padres de familia de 60 pesos semanales, se logra pagar la planta docente de ocho maestros. Algunos de los profesores son voluntarios extranjeros provenientes de Inglaterra y Francia.

La banda infantil ha hecho varias presentaciones; en sus inicios con los llamados concierto por la paz, desde la misma zona del tiradero de basura y después tuvo presentaciones para obtener recursos para niños con cáncer o alguna discapacidad, en hospitales. También han hecho colaboraciones con raperos.

Fuera de Oaxaca han participado en conciertos en Ciudad de México, y recientemente lograron presentarse con éxito en París, Francia. También han tenido visita para realizar pláticas en Japón.

En la escuela de iniciación musical también se trabaja con niños con discapacidad auditiva con lenguaje de señas. Se ha logrado desde su fundación tener vínculos con sectores marginados como raperos, grafiteros y hasta pepenadores de desechos.

En la banda musical hay miembros de familias con problemas de violencia intrafamiliar, hijos de padres con adicciones o con enfermedades degenerativas o en fase terminal que son apoyadas con becas internacionales.

Con la banda musical infantil, los jóvenes se alejaron de las drogas, de las bandas callejeras y hoy tienen grandes expectativas a futuro, ahora son buenos estudiantes y quieren incursionar de forma profesional en la música, exclama el padre José Renteria.

Escuela de iniciación musical “Santa Cecilia” (Especial)

Escuela de lámina

La escuela de iniciación musical infantil Santa Cecilia se encuentra en un terreno cedido por la comunidad, donde apenas hay tres espacios de cemento y está bardeada con láminas. El padre fundador José Rentería advierte que se ha logrado apoyo de Suiza para empezar su construcción.

La agencia municipal de Vicente Guerrero, cuenta con 18 sectores en una colonia del mismo nombre, que tiene 15 mil 910 habitantes, que cuentan apenas con luz eléctrica, no tienen drenaje, carecen de agua potable y no hay presencia de patrullajes, por lo que los vecinos han conformado comités de autodefensa para enfrentar a la delincuencia.

aag

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