En Xpichil, un pueblo de apenas mil 200 habitantes, ubicado al sur de Quintana Roo, dentro del municipio Felipe Carrillo Puerto, grupos de mujeres mayas se dedican al arte del bordado con técnicas ancestrales.
Desde siempre las bordadoras salían a ofrecer sus textiles –verdaderas obras elaboradas a mano– a otras comunidades; sin embargo, la calidad de sus productos hizo que tanto compradores nacionales como internacionales llegaran a la comunidad.
Por eso, este año buscan capacitarse en temas de propiedad intelectual para evitar el plagio de sus diseños, además de aprender sobre comercio digital para lograr que sus bordados continúen cruzando fronteras.
Las mujeres mayas de Xpichil bordan desde la comodidad de sus hamacas. | Pablo Vázquez
Los bordados y diseños de Xpichil brindan sustento a toda una comunidad. | Pablo Vázquez
Las principales técnicas usadas son el punto de cruz (Xookchuy) y el enrollado (Baakbilchuy). | Pablo Vázquez
Son seis grupos de mujeres que se dedican al bordado y que juntas suman más de 100 artesanas. | Pablo Vázquez
Cada prenda, como los hipiles o las guayaberas, les toman de tres a seis meses de elaboración. | Pablo Vázquez
El trabajo es ciento por ciento artesanal con mucho. | Pablo Vázquez
Grupo de bordadoras “Lool Pich”, en Xpichil, Felipe Carrillo Puerto. | Pablo Vázquez
Las nuevas generaciones buscan mantener viva la tradición. | Pablo Vázquez
JLMR