Esta realidad se ve reflejada en accesos diferenciados a bienes y servicios públicos, quizá el más obvio de éstos sea la salud, cuando sabemos que algunos estados en el sur aún cuentan con enfermedades virales ya poco comunes para países con nuestro nivel de desarrollo. Otra forma de darnos cuenta de la magnitud de la diferencia es observando la relación entre el ingreso per cápita de algunas regiones y el ingreso de subsistencia. Para las partes más atrasadas del país, el ingreso per cápita es apenas entre 1.8 y 3 veces el ingreso de subsistencia. Hacer comparaciones entre diferentes eras es complicado, pero, en algunos sentidos, hablar de dos Méxicos tiene cierta correspondencia con hablar de un país que “vive” en épocas distintas.
Las brechas de la desigualdad: un sur medieval que convive con un norte moderno
Existen dos o más Méxicos, somos una economía dual, con una parte integrada a la economía internacional, moderna, bien adaptada al siglo XXI y, por otro lado, distintas regiones en el atraso.
Ciudad de México /
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