Derivado de los primeros resultados del programa Ponte a salvo, los concesionarios de taxi y el ayuntamiento evalúan extenderlo a otras áreas comerciales.
En ese sentido, por semana se logran canalizar alrededor de 250 personas detectadas con algún grado de ebriedad.
“Nos han identificado bien y ven que operamos a través de una operación para que conozcan el tipo de unidad que van abordar. Entre jueves y sábados por semana llevamos entre 250 y 300 personas”, dijo Francisco Gerardo Guardado Guzmán, representante de En Taxi.
Recordó que el programa consiste en que elementos de Tránsito y Vialidad invitan a los clientes de bares del Paseo Morelos a que se realicen una prueba de alcolemia, además de que si están en un grado riesgoso exhortarlo a tomar un taxi que opera con una aplicación digital.
“A nosotros nos pidieron nuestra cooperación con la finalidad de que aquel parroquiano que ande en estado inconveniente se le invite a hacer la prueba de alcoholemia y de acuerdo al grado que tenga les sugieren que no conduzcan y utilice alguna de nuestras unidades”.
Expuso que el operativo se realiza entre las 23:00 horas de jueves a sábado.
“La reacción ha sido muy positiva y los choferes están muy agusto con esto, además de que los ciudadanos se ahorran multas que pudieran recibir si se topan con operativos”.
Añadió que se ofrece también la opción de que una persona conduzca sus vehículos hasta sus hogares, "ofreciendo el esquema de conductor designado, es decir, que si la persona quiere dejar su vehículo en la zona centro o llevarlo a su casa, nosotros proveemos a un segundo conductor con la finalidad de que se lleven su cocho a su hogar".
Añadió que la Dirección de Tránsito y Vialidad ya les planteó la posibilidad de extender el operativo semanal en otros sectores comerciales de la ciudad.
“Ahorita por lo pronto nos comentan que estemos en ese sector por ser el más concurrido y tenemos entendido que pretende llevar a otros lados”.