Uno de los proyectos que van enfocados a garantizar el agua en la zona sur de Tamaulipas es la optimización de las plantas enfocadas al tratamiento del agua residual y que se descarga al río y al mar, en vez de pensar en una planta desalinizadora que costará miles de millones de pesos.
El experto Marcelo René García, explicó que “la instalación de una desalinizadora a largo plazo desde mi punto de vista es favorable para asegurar los volúmenes de agua requeridos para la población y para el aseguramiento de un desarrollo sostenible; sin embargo, eso requiere de grandes recursos económicos y tecnológicos”.
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Puntualizó el oceanólogo que “sería mucho más prudente buscar la eficiencia de las plantas de tratamiento disponibles para la recuperación del recurso disponible, de otra manera sería estar tirando (descargando al mar más contaminantes que a la larga impactarán sobre la calidad del agua y los hábitat marinos) y por ende en mayor dificultad de la depuración del proceso de desalación”.
Destacó el experto que nunca estará en contra de una iniciativa que sea sustentable para un recurso natural, en este caso agua, ya que todo embalse de agua dulce que desemboque a otro cuerpo mayor estará sujeto a las fluctuaciones meteorológicas, físico-químicas y biológicas, por ende la Cuenca baja del Río Pánuco no es la excepción.
“Existe una estratificación del ingreso de la cuña salina a lo largo de las estaciones del año y se tienen registros que está generalmente se observaba hasta el kilómetro 22 (Cemex), en época de estiaje supera más allá de Pánuco, referente a la concentración de sal de 6 partes por mil (6 gramos de sal por cada litro de agua) se debe de apuntar qué en el estiaje el agua salobre es de 19 partes por mil”, explicó.
Hay un proyecto que sería lo ideal, que la población pueda sacar de las instalaciones que tienen en sus casas el agua para beber, pero eso requiere infraestructura que también requiere de recursos.
“Tiene razón en la aplicación de la ósmosis inversa lo cual sería lo óptimo y lo que sueña cualquier ciudadano el poder abrir la llave del agua potable y disfrutar de agua de calidad, por ende antes de ir por una planta desalinizadora, lo mejor será optimizar las plantas de tratamiento actuales y complementar con las de ósmosis de forma tal de que lo que se utiliza se reutilice, así que los faltantes que vayan apareciendo sean proveídos por una desalinizadora de crecimiento modular proyectado”, explicó.
SJHN