Buzos Castañeda, legado de rescate en las venas del río Nazas

Historia

"Yo me propuse a ayudar, mi madre me enseñó a servir", declaró don Antonio de 77 años, quien hace cuatro décadas instruyó a su familia a rescatar los cuerpos de los ahogados en el agua.

Cada día, apoyado en una andadera, va a la Plaza Principal o al Parque Victoria a disfrutar de la sombra de los grandes árboles. (Manuel Guadarrama)
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

Desde Lerdo, Durango, más de dos mil cuerpos sumergidos en las aguas del río Nazas, han sacado Los Buzos Castañeda, agrupación que surgió formalmente en la década de los ochenta.

En la década de los ochenta, mientras La Laguna continuaba en desarrollo, nació la necesidad de tener personas capacitadas para llevar a cabo acciones de búsqueda y rescate, que hasta ese momento no se realizaban en la región, lo cual también trajo como consecuencia el incremento de ahogamientos y accidentes a manos del río Nazas.

PRIMERO RESCATISTA

Antonio Castañeda Castañeda tiene 77 años y 12 operaciones, cada día, apoyado en una andadera, va a la Plaza Principal o al Parque Victoria a disfrutar de la sombra de los grandes árboles, sintiéndose satisfecho ante la creación de la agrupación, reconocida y querida en la Comarca Lagunera, pues Los Buzos Castañeda, son a quienes primero se les oye mencionar durante una tragedia en las aguas del Nazas.

En la actualidad, la agrupació Lerdenses Los Buzos Castañeda, la encabeza el hijo de Don Antonio, José Alfredo. (Especial)

¿Cuándo inicia la conformación de los buzos?

Fue en el setenta y tantos, cuando se fueron dos camiones al río, no me acuerdo cuál fue primero, pero uno fue en la Curva del Japonés, en ese hubo once ahogados y nada más logré sacar nueve que estaban dentro del autobús. 

Yo tenía ya conocimiento, porque había prestado servicio social en la Cruz Roja de Gómez Palacio, y ahí permanecí 15 años, del 60 al 75, y me tocó ser el primer Comandante de Las Regatas, hace como 57 años.

¿Empezaba la necesidad de personas con conocimiento para realizar la labor de búsqueda y rescate?

Sí claro, aparte los conocimientos que adquirí en la Cruz Roja, eramos como 100 socorristas, en ese entonces yo era comandante, pos' claro, era deportista, fui inclusive a México a competir en carreras, lanzamientos, y en salto. 

En la Cruz Roja me enseñaron a bucear y vi la necesidad de ayudar a sacar a los ahogaditos porque no había quien los sacara.

Yo me propuse a ayudar, mi madre me enseñó a servir, porque venimos a servir y “el que vive para servir, sirve para vivir, y al que no le guste servir pos para que quiere vivir”.

Y yo dije bueno, sí es cierto, hay que servir a la comunidad, sobre todo a la gente que más lo necesita. 

'Ay, me tocó ver muchas desgracias, había personas que decían, “no tengo dinero ni para el entierro”, y la apoyábamos con cincuenta o cien pesos, o íbamos a la funeraria para realizar los trámites necesarios. Me da mucho gusto ayudar a personas que caen en desgracia y no saben qué hacer, no tienen quién los apoyen.

De ahí empecé a pensar, bueno tengo nueve hijos, seis son hombres, y los voy a hacer a que me ayuden, los llevaba a la Cueva de Vapor, y les decía, que les daba cinco pesos al que llegara primero, empecé a hacer ejercicio, y mis niños también.

Desde pequeños, los primeros integrantes de Buzos Castañeda conocieron las aguas del río Nazas. (Milenio Digital)

LEGADO DEL RESCATE

Castañeda Castañeda fue autodidacta en la disciplina del buceo, aprendió a través de libros que un hermano le consiguió, sin embargo se propuso enseñarles a sus hijos, para encaminarlos a un conocimiento más técnico sobre esta actividad. 

Recuerda que fueron muchas horas de estudio de los textos así como de práctica junto con sus hijos, a quienes primero los impulsó a tener acondicionamiento físico y en los diferentes centros acuáticos de ese tiempo, como la alberca Alejandra, los retaba a sumergirse por monedas, a una profundidad de tres a cuatro metros, a nadar como “ranita”, y a controlar la respiración a profundidad. Inclusive ahora a sus casi ochenta años, Antonio Castañeda, recuerda que cada tres metros de profundidad “le duelen a uno los oídos”.

¿En que año se crea la agrupación?

Como en el 84, porque mis hijos ya estaban grandecitos, cuatro nada más fueron los que quisieron hacer la labor social, en ese tiempo a Don Óscar Ramos se le ahogó un familiar en “El Palmito” y después me dijo que no sabía qué hacer con el mugroso equipo de buceo y yo le dije “pues véndamelo” y ya con eso les enseñé a realizar una labor más fuerte.

En tiempo de verano aumentan los casos de personas ahogadas en los canales de riego. (Milenio Digital)

¿En ese entonces no había especialistas que se dedicaran a realizar estas acciones?

No, nunca, cuando se ahogaba alguien era esperar a ver dónde salían las pobres personas, me daba desesperación, verdad, pues salían dos tres días, ocho días allá quien sabe donde. 

Total que dije, hay que ayudarlos a saber, y llevé a mis hijos a recorrer el río Nazas cuando no traía agua para que vieran dónde hay peligro, dónde está lo hondo, dónde lo bajito, dónde hay peligro, dónde hay mayor velocidad, y dónde no, y en esa forma los fui haciendo buzos con experiencia.

¿Han recibido reconocimientos?

A mí el año pasado una agrupación me dio uno, y en las regatas también me dieron otro, nada más, es que en la tierra de uno, pasa uno sin que nadie lo vea, y que le hace, venimos a servir, y mi satisfacción es que formé ese grupo.​

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