El clima lluvioso que impera en La Laguna, generó alta demanda de platillos gastronómicos como el caldo de res y los tradicionales churros de azúcar. De acuerdo con Manuel Juárez, propietario del restaurante Providencia, la lluvia imperante en la región provocó que por la alta demanda, para poco después de la una de la tarde la alta este platillo se agotó.
“Gracias a las lluvias por la tormenta Alberto, ya se terminó el caldo de res, todo se ha vendido, sobre todo por los pedidos para llevar, ha sido muy importante la demanda, todo se acabó”, aseguró sorprendido el propietario de este restaurante fundado en la ciudad de Torreón hace 66 años.
- Te recomendamos Lluvias aumentan probabilidades de la proliferación del virus del dengue en Gómez Palacio Estados
Expuso que este comportamiento en la demanda habitual cuando se presentan lluvias en la región, que como en esta ocasión, da tregua a los laguneros acostumbrados ya a las altas temperaturas que por semanas han alcanzado más de 40 grados centígrados.
“Es más, en este dia (jueves), que tenemos la promoción de tortillones, la gente prefiere comprar caldos de res”, estimó la venta en aproximadamente de 20 a 30 órdenes de caldos asi como de comidas corridas que también llevan el caldito de res, que van desde orden, medias órdenes o comida corrida, que incluye el caldo de res, sopa de arroz, tortillas, salsas.
Según explica Manuel Juárez, cuando es temporada de calor, se cocinan tres kilos de carne. Mientras que durante el clima lluvioso o frío, Providencia prepara hasta siete kilos de chambarete de res, con elote, verdura, calabaza, repollo, zanahoria, papas, preparados desde las nueve de la mañana a lo largo de cuatro horas, para estar listo a la una de la tarde.
Churros con azúcar para el antojo
Aunque de manera lenta pero constante, laguneros comenzaron a formarse en el local de churros y pan ubicados en la avenida Allende casi esquina con calle Ramón Corona, en el centro de la ciudad de Torreón. El clima lluvioso de este jueves y el aroma a churros recién preparados, hacía inevitable comprarse un par de este manjar lagunero.
Es la una de la tarde de este jueves. El cielo permanece nublado y la lluvia ha caído de manera intermitente, por momentos leve o copiosa desde la madrugada. Desde media cuadra antes, el aroma a pan recién hecho enciende los sentidos y el paladar; y mujeres, hombres y jóvenes se acercan para hacer sus pedidos. Es el aroma de los tradicionales churros con azúcar o empanadas de piña, lo que provoca su consumo y exalta los recuerdos y la nostalgia.
DAED