El calor hace estragos entre las familias del sur, donde en un mes crecieron los casos de violencia en los hogares, pues de acuerdo con especialistas, las altas temperaturas vuelven a las personas más agresivas.
En el primer trimestre del año, Tampico tenía un acumulado de 119 denuncias ante la Fiscalía de Justicia del Estado de Tamaulipas, un promedio de 39.6 por mes, según las estadísticas de la dependencia estatal.
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Sin embargo, con la llegada del calor en abril, se abrieron 57 nuevas carpetas de investigación, superando el promedio que hasta ese entonces se llevaba en el registro oficial.
En Madero también se observó un incremento, pues el acumulado hasta marzo era de 112 denuncias, un promedio mensual de 37.3, pero del 01 al 30 de abril, la autoridad investigadora tuvo en su mesa otras 53.
Altamira fue un tanto diferente porque ahí se tuvo de enero a marzo un total de 223 carpetas de investigación que hicieron una media de 74.3 denuncias, mientras en abril fueron 75, por lo que la cifra prácticamente se mantuvo.
La abogada Gabriela Ibarra Lozano, afirma que Altamira es donde más impacta la violencia familiar, sumando en cuatro meses un total de 298 carpetas de investigación. Tampico por su parte, tiene 176 y Madero 165.
En Altamira es una incidencia sostenida de violencia en los hogares, considera la exprocuradora de Protección a la Mujer y a los Menores del DIF, por un conjunto de factores socioeconómicos que interactúan en aquella ciudad.
En toda la zona conurbada, la suma es ya de 639 casos denunciados durante los primeros cuatro meses del 2024, según la estadística dada a conocer por la Fiscalía General de Justicia del Estado.
En opinión del psicólogo Ricardo Flores, las altas temperaturas vuelven a las personas más agresivas, lo que desencadena una mayor violencia dentro de las familias.
“El calor estresa a las personas, las vuelve irritables y complica la convivencia de las familias en los hogares, detonando agresiones entre los matrimonios, o de padres a hijos, es un factor que sí aumenta la violencia doméstica”.
Sostuvo que los tres niveles de gobierno deberían considerar los efectos de las altas temperaturas en la salud mental y emocional de la población, y así como emiten recomendaciones para protegerse de daños en la salud física, dispongan medidas que ayuden y orienten a la ciudadanía sobre cómo disminuir la ansiedad, la desesperación y el enojo, poniendo inclusive a su alcance líneas telefónicas con apoyo psicológico.