De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la canícula inicia a mediados de julio y termina a finales de agosto.
La canícula es un evento climático que sucede durante la estación de verano y se caracteriza por ser una sequía, es decir una disminución o ausencia de lluvia. Se presenta en algunas regiones del país entre los meses de julio y agosto debido a que las lluvias disminuyen, al mismo tiempo que se dan altas temperaturas.
Las lluvias disminuyen porque los vientos alisios, al soplar con fuerza desde el Este, impiden la formación de nubes sobre el océano, con lo cual se reducen las lluvias en el parte del territorio continental. La canícula comienza unas semanas después del solsticio de verano, el cual ocurre el día 21 de junio.
De acuerdo con el IMTA la palabra canícula es una alusión al fenómeno de calor abrasivo y tiene una base astronómica ya que se refiere a la constelación del Can Mayor (Canícula) y su estrella Sirio “La Abrasadora”, cuya primera aparición en el horizonte coincidía con el fenómeno de calor excesivo.
La canícula, agrega el Instituto, se caracteriza por: temperaturas superiores a 37 grados Celsius, disminución de lluvias, calentamiento del aire así como cielos despejados.
En México, los estados que sufren mayor afectación por la canícula son: Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
Las recomendaciones para prevenir posibles efectos negativos de la canícula a la salud son: mantener la hidratación, usar protección solar, evitar exposición al sol y actividades a la intemperie entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde así como y usar sombrillas, gorras o sombreros.