El 28 de noviembre del año 2016 ocurrió un trágico accidente en Colombia, cuando el avión en el que viajaba el equipo brasileño de futbol Chapecoense cayó dejando un saldo de 71 muertos; solo 5 personas lograron sobrevivir.
TE RECOMENDAMOS: VIDEO - Así fue el rescate de Hélio Hermito Zampier 'Neto'.
Sergio Mira Uribe, quien es Médico cirujano, piloto de helicóptero y director de "Búsqueda y rescate aeronáutico de Colombia" (BRAC), formó parte de esta misión de rescate. Hoy, él se encuentra en el estado de Guanajuato para concluir la especialidad de medicina en aviación y transporte de cuidados críticos en la Academia Metropolitana de Seguridad Pública de León.
"Estoy cumpliendo mi sueño realmente, siempre me imaginé salvando vidas, desde que estaba pequeño sentía una admiración total por los médico y por los pilotos; yo creo que todos queremos volar cuando somos pequeños", dijo éste hombre considerado un héroe, quien recordó lo sucedido aquél día en el que su carrera y su vida cambiarían para siempre tras el trágico accidente.
"A las diez de la noche sonaron los radioteléfonos de emergencias; capitán, e cayó un R-J (...). Nos confirmaron que efectivamente había restos de una aeronave en un cerro y nos desplazamos hacia el sitio (...). El sitio donde ocurrió es muy alto, son 8 mil 600 pies más o menos, el aire es muy difícil para respirar, estaba lloviendo, era pantanoso, no había luz, no había absolutamente nada".
Cuando finalmente llegaron, el equipo profesional comenzó a brindar apoyo médico a quienes habían desafiado a la muerte, y con esperanzas, buscaron a alguien que se hubiera aferrado a la vida.
Fue a las tres treinta de la madrugada que, tras haber pasado horas interminables buscando, dieron con el último superviviente.
"Escuchamos algo cuando ya paró de llover, se despejó un poquito la neblina, empezamos a escuchar algo que sonaba como un celular cuando tú lo dejas en vibración sobre una mesa y pensamos que eso era, un celular sonando y comenzamos a buscar ese sonido, encontramos al último sobreviviente que se llama Helio Neto. Lo sacamos de debajo de unos árboles con unos cuerpos que había encima de él, tenía unas lesiones en la cabeza, en las piernas y estaba en shock".
Cuando la mañana llegó y el sol iluminó el panorama del que Sergio y sus compañeros fueron testigos, se sorprendieron ante lo que vieron.
"Empezamos a ver la verdadera tragedia, era un monte, un cerro grande, se llamaba el cerro del Gordo y se veían ya los pedazos del avión por todas partes y tú te haces una imagen mental de qué fue lo que sucedió; entonces, eso realmente nos impactó bastante".
Después de la experiencia, los involucrados recibieron atención psicológica, pues fácil no sería borrar imágenes tan impactantes. Sin embargo, hoy Sergio luce feliz y agradecido. Además, aunque este acontecimiento fue amargo, continúa en contacto con aquellos a quienes él y su equipo rescataron; incluso, ya planean un reencuentro.
Mientras tanto, este héroe finalizará su capacitación el día domingo en el estado de Guanajuato.