Luis Alberto Leyva, migrante originario de Venezuela, denunció la lentitud con la que se están llevando a cabo el registro y la solicitud en la plataforma CBP-One en Chiapas, situación que obliga a los migrantes a agruparse en pequeñas caravanas para avanzar a pie, arriesgando la vida al transitar sobre carreteras como la Panamericana 190, una de las principales vías de transporte de carga.
Explicó que salió de Venezuela hace 32 días, con la intención de realizar su cita, y esperó dos semanas en Chiapas. Sin embargo, la falta de recursos y empleo los obligó a formar una pequeña caravana para continuar su avance.
“No porque está muy difícil, no está saliendo y necesitamos avanzar hacia la Ciudad de México para poder conseguir trabajito y sostenernos, mucha gente que no tiene plata, que no tiene cómo mantenerse, por eso estamos rodando”.
Desde su llegada a Oaxaca, fueron recibidos por las rachas de viento del frente frío número 4, cuyas corrientes superan los 80 kilómetros por hora en el tramo La Ventosa-Santo Domingo Ingenio, sumado a lluvia ligera en algunos puntos carreteros, situación que pone en riesgo su integridad física y, en algunos casos, la vida.
“Accidentes en algunas caravanas ha habido, pero vamos en busca de un mejor futuro para nuestra familia y para nosotros, yo en este momento solo, pero acá hay muchas familias grandes, que van con sus hijos, sobrinos, hermanos”.
De acuerdo con los planes de su recorrido, esta caravana, integrada por 195 personas en situación de movilidad, espera a la décima caravana, que ya se encuentra en el Istmo de Tehuantepec, para unirse el miércoles y avanzar hacia Veracruz.
Su objetivo es llegar a la frontera norte de México.
MO