La caravana migrante partió hacia el municipio de Tuxtla Gutiérrez desde la ciudad de Arriaga. Los migrantes cambiaron la ruta, pues en lugar de ir por Oaxaca continuarán hacia la capital de Chiapas.
Irineo Mujica, uno de los líderes de esta caravana, indicó que las condiciones para atravesar el estado de Oaxaca son adversas, ya que, afirmó, el grupo podría desintegrarse ante la presencia de elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM).
Los migrantes caminaron solo cinco kilómetros y regresaron hacia Arriaga, al considerar que la ruta hacia la capital sería muy larga, pues tendrían que recorrer poco más de 100 kilómetros al próximo pueblo.
Los migrantes se encuentran en la localidad de Calera, en las afueras de Arriaga, donde, hasta el momento, todavía no saben qué ruta van a tomar.
La caravana cumplió su segunda semana de travesía por el sur de México. Sin embargo, tienen los ánimos mermados tras la muerte de un cubano a manos de la Guardia Nacional, así como el posterior choque con las autoridades que dejó varios detenidos.
Los miles de migrantes reanudaron su camino desde el municipio de Arriaga, que se encuentra muy cerca de la frontera con estado de Oaxaca. Su primer destino es la Ciudad de México y, posteriormente, la frontera norte para llegar a Estados Unidos.
Cansancio extremo
Los extranjeros viajan lastimados, con ampollas, deshidratados, con el ánimo decaído y tristes después de la larga travesía que han emprendido desde Tapachula hasta el tramo de Arriaga.
En este tramo carretero a los migrantes no les dejaron subir a las plataformas de tráilers o camiones del servicio público o privado.
María Molina es una mujer migrante originaria de Honduras que ha logrado caminar más de 200 kilómetros: "vengo cansada, llevamos los pies dañados y los ánimos están acabando, a veces comiendo y a veces no", declaró.
La mujer camina con la esperanza de encontrar a su hija, que podría estar en la Ciudad de México, pues en Honduras mataron a su hijo. Ella muestra ánimos de poder avanzar pero dice que estaría bien descansar dos o tres días "para poder seguir al 100 por ciento y seguir caminando".
"La caminata es demasiado dura, yo vengo sola, con la bendición de quien me ha dado fuerza, porque en algunos municipios nos han apoyado y en otros no", añadió.
Ángel Lara es otro migrante de Honduras que viaja con su familia, e indicó que ha caminado mucho. "Vamos cansados, pero seguiremos, primeramente Dios, para llegar a nuestro destino".
"Esta caravana de migrantes busca que les ayuden a llegar a la Ciudad de México porque la mayoría ya va con ampollas en la planta de los pies, niños enfermos y mujeres deshidratadas", añadió.
ROA