La caravana denominada "Rey de Reyes" reanudó durante esta madrugada su camino hacia Estados Unidos tras una pausa por Oaxaca.
En punto de las 4:20 horas, más de 700 migrantes abandonaron a pie la población de La Venta, perteneciente al municipio de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, donde descansaron durante 24 horas.
En un solo contingente, mujeres, hombres, menores de edad y algunos adultos mayores avanzan con la esperanza de llegar a la frontera norte de México, donde planean solicitar el permiso CBP-One para lograr el llamado "sueño americano".
Noé, un migrante venezolano, declaró a MILENIO que el tiempo para ingresar con la CBP-One se está agotando.
Sin embargo, confía en que, si Donald Trump gana las próximas elecciones, les permitirá el ingreso a familias como la suya, que tuvieron que vender todo su patrimonio para financiar este viaje.
Para optimizar sus recursos, Noé viaja con su familia a bordo de un triciclo, donde cargan sus escasas pertenencias y los sueños de cada uno de sus integrantes.
Hoy caminaron inicialmente 18 kilómetros hasta llegar a la población de La Ventosa.
“En el grupo vamos mi familia, vamos cuatro. La niña, el niño de 13 años, mi compañera y yo; venimos en un grupo de nueve, vamos en triciclo, una por los niños y otra por las maletas”.
El avance de la caravana se vio afectada por las malas condiciones climáticas.
Rachas de viento superiores a los 90 kilómetros por hora y la lluvia en gran parte del recorrido han mermado no solo la velocidad del contingente, sino también la salud de los migrantes, especialmente de los menores de edad y los adultos mayores, quienes han recibido atención médica por parte de Médicos Sin Fronteras.
Se espera que la caravana ingrese a territorio veracruzano mañana, con la proyección de llegar a la Ciudad de México durante el fin de semana.
MO