Después de siete horas de labores, elementos de Servicios Periciales y agentes de la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres culminaron la diligencia en el motel Nueva Castilla, que se realizó en la búsqueda de evidencias para confirmar o descartar las líneas de investigación que se tienen hasta el momento sobre la desaparición y muerte de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa.
Autoridades estatales utilizaron insumos para detectar manchas de sangre y fluidos en las inmediaciones de la cisterna en donde el jueves 21 de abril fue localizado el cuerpo de la joven. Además, una fuente allegada a la investigación reveló que también se utilizó luminol en una alberca aledaña.
Los investigadores se retiraron pasadas las 3:00 horas del miércoles; agentes del Grupo de Homicidios se concentraron al exterior del inmueble ubicado sobre la carretera a Laredo, en Escobedo, mientras los investigadores y peritos se concentraron en el interior, incluso a éstos últimos, se les observó con diversas muestras con líquido que lograron extraer para su análisis.
En el operativo estuvieron presentes Mario Escobar y Dolores Bazaldúa, padres de Debanhi. Ambos ingresaron a las 20:30 horas del martes vistiendo un traje Tyvek o de criminalista para no contaminar la escena analizada.
La fiscalía general no emitió información respecto a los resultados de la inspección, por lo que se espera un informe oficial en las próximas horas. El operativo se realizó un día después de lo previsto, debido a las condiciones meteorológicas que se presentaron la noche del lunes.