Los Avispones: la otra matanza de Iguala

Militares evadieron apoyo a avispones la noche del 26 de septiembre y facilitaron paso hasta el sitio donde fueron atacados.

Los Avispones de Chilpancingo realizaron un homenaje a las víctimas. (Rogelio Agustín Esteban)
Rogelio Agustín Esteban y Melissa Del Pozo
Guerrero /

Militares adscritos al 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, se negaron a prestar apoyo a heridos y víctimas del ataque en contra del equipo de futbol Los Avispones la noche del 26 de septiembre de 2014 e incluso permitieron el paso del camión donde viajaba el equipo, hacia el sitio donde fueron atacados.

El ex director de Los Avispones, Pedro Rentería, confirmó que personal del Ejército les facilitó el paso hasta el punto en el crucero de Santa Teresa, donde fueron recibidos a balazos por hombres armados. Más tarde, ya heridos, se trasladaron a las instalaciones del batallón, donde se negaron a auxiliarlos.

En el sitio del ataque murieron David Josué García Evangelista El Zurdito y Víctor Manuel Lugo Ortiz, chofer de la unidad donde se trasladaban. Varios jóvenes quedaron heridos, incluido Rentería quien recibió dos impactos de bala en el abdomen.

Según consta en la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, tras ser emboscados, jugadores y cuerpo técnico acudieron -algunos de ellos ensangrentados- a exigir ayuda a militares en las instalaciones del batallón, quienes se negaron “por no ser su jurisdicción”.


A este dato, que por años constó en el expediente del GIEI sin que detonara acción alguna, se suman denuncias hechas este domingo por sobrevivientes del ataque, que revelaron que minutos antes de ser emboscados por sicarios de Guerreros Unidos, pasaron por un retén militar que les dio paso a la zona del ataque.

“Estaba un retén de soldados en la salida de Iguala y nos dieron paso”, reveló el ex director de los Avispones, Pedro Rentería, en la sexta conmemoración del atentado en el que fallecieron un jugador y el chofer del autobús en el que se trasladaban.
“Ganamos el partido 3 a 1, pensábamos cenar en Iguala, pero una persona del público se acercó a mí…me fue a decir a la cancha: ‘profe, si tienen posibilidad váyanse, porque me acaban de informar que hay balacera en Iguala’”.

Con dicha advertencia, los integrantes del cuerpo técnico tomaron la decisión de esperar solamente la cédula del partido y retirarse, por lo que ya no fueron a cenar.

“Cuando íbamos a tomar la carretera federal nos pararon, estuvimos esperando a que nos dieran el paso, dentro de ese tiempo que nos tuvieron detenidos pasaron algunas patrullas y después nos dieron la salida, estaba un retén de soldados en la salida de Iguala y nos dieron el paso”, insistió.

Testimonios

El segundo informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala que “familiares confirman la respuesta que tuvieron de los militares que acudieron a la entrada, según refieren señalando que no podían hacer nada porque no estaba bajo su jurisdicción”.

Otra declaración recogida por el GIEI de las víctimas de los Avispones que solicitaron apoyo en el batallón señala: “ellos se burlaron de nosotros y nos dijeron que no podían hacer nada”.

“Quince minutos después de que nosotros llegamos, llegaron cuatro muchachos de los jugadores de los Avispones a refugiarse al Batallón de Infantería, a los cuales conozco únicamente como JC, OO, F V, y JS, quienes llegaron en un carro particular, que les prestó el apoyo para trasladarlos hasta el batallón (...) iban bien, y le empezaron a gritar a los militares para que nos apoyaran ya que los habían balaceado, después llego otro compañero del equipo Avispones de nombre J, quien es preparador físico del equipo, quien iba herido en el ojo, ya que tenía mucha sangre”, señaló la declaración retomada por el GIEI.

​Otro padre que llevaba a un joven jugador herido y al que le negaron apoyo relató que, tras abandonar la entrada del batallón, se dirigió a bordo de su automóvil al hospital. En el trayecto preguntó la ubicación de éste a varios agentes de la policía municipal, que en realidad operaban para el grupo delincuencial de Guerreros Unidos y que se encontraban a dos cuadras, al lado del cuartel.

“Me asomo por la ventanilla del carro, en ese momento yo no sabía que ellos eran los malos, después por sus reacciones me ven y se voltean a ver así entre ellos. En ese momento yo no captaba, ya después dicen ellos lo que están viendo es: ‘aquí está uno, los estamos desapareciendo, los queremos matar y aquí está uno, llegó solito’”, se expone en el testimonio.

Por su parte, Roberta Evangelista Hernández, madre de David Josué Evangelista, el jugador muerto en la balacera, hizo un llamado al gobierno federal para tomar en cuenta a todas las víctimas del 26 de septiembre de 2014, pues hasta el momento se les tiene en el olvido.

“A estas alturas sigo sin saber quiénes fueron los que cometieron este acto tan cobarde, porque nos destrozaron la vida por completo, pues aunque pasan los años el dolor de perder a un hijo siempre prevalecerá, es como si el tiempo se detuviera”, dijo la señora Roberta.


Agregó: “Al presidente López Obrador le digo que el caso Iguala no solo es Ayotzinapa, también el equipo de Futbol Los Avispones es víctima de esos lamentables hechos, hechos que nos marcaron para siempre y por el que le pedimos justicia, justicia para todos los caídos, para los heridos y todos los desaparecidos”.

RLO

LAS MÁS VISTAS