Este martes al mediodía, el Obispo Emérito de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo, celebró la misa Crismal en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe por segundo año consecutivo.
En la celebración eucarística se bendicen los santos óleos utilizados durante el transcurso del año por los sacerdotes, los cuales corresponden a tres clases: el crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos.
De igual forma, los sacerdotes pertenecientes a la Diócesis de Gómez Palacio renovaron sus promesas sacerdotales.
“Se convierte en una fiesta diocesana y se resalta el sacerdocio ministerial”, externó Galván Galindo.
Debido a que las leyes católicas indican que solamente un obispo debe celebrar la misa Crismal y ante el fallecimiento de Monseñor José Fortunato Álvarez Valdez en 2018, fue el Obispo Emérito Galván Galindo quien la ofició luego de ser invitado por el Administrador Diocesano Julio Carrillo Gaucín.
Previo a la celebración mencionó que por razones patronales en vez de hacerla el jueves por la mañana, la misa Crismal se lleva a cabo el martes al mediodía.
Como cada año, más de un centenar de fieles se congregaron en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe para celebrar la misa.