La flor de cempasúchil es un elemento indispensable para adornar los altares en el Día de Muertos, una de las celebraciones más representativas de nuestro país, y se cultiva en estados como Puebla, Ciudad de México, Guanajuato, Tlaxcala, Hidalgo y San Luis Potosí.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la flor de cempasúchil es un elemento necesario para adornar los altares dedicados a los fieles difuntos, pues se utilizan tanto para decorar como para hacer un sendero con éstas, que va de la puerta principal hasta el altar, con el fin de guiar a las almas en su camino a la luz.
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Según las creencias, los pétalos de la flor guardan el calor del sol e iluminan el camino de regreso de las almas de los difuntos.
¿Cuál es su origen?
El cempasúchil es originario de México, desde la época prehispánica los mexicas la utilizaban para decorar los altares, ofrendas y entierros en honor a sus muertos, porque era considerada como un símbolo de vida y muerte; asimismo para empolvar la cara de los prisioneros antes de su sacrificio para que no sintieran la muerte.
¿Qué significa su nombre?
La dependencia precisa que el nombre de esta colorida flor viene del náhuatl cempohualxochitl, donde cempohuali significa veinte y xochitl flores, lo que se traduce como “veinte flores” o “varias flores”, y también es conocida como flor del muerto, cempoal, flor de difunto, flor de niño o veinte flores.
¿En qué época del año florece?
De acuerdo con Sagarpa, la flor de cempasúchil florece después de la época de lluvias, esto es de julio a noviembre, por lo que se ha convertido en uno de los íconos de las fiestas conmemorativas del Día de Muertos en México.
Anualmente se cosechan alrededor de mil 900 hectáreas de cempasúchil en México, con una producción media de más de 15 mil toneladas anuales, siendo Puebla el principal productor, con el 77 por ciento del total nacional.
EVL