Tras graduarse como abogado en el penal de Puebla, Jesús busca un futuro digno

EDICIÓN FIN DE SEMANA

Jesús se dijo consciente de que en el pasado cometió un error, pero ahora se siente con la responsabilidad de forjarse un mejor futuro.

Jesús busca un futuro digno tras graduarse en el Cereso de Puebla | Especial
Carlos Morales
Puebla /

Durante los últimos meses, el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla capital, ha sido el epicentro de diversos hechos que han conmocionado a la sociedad. Desde internos que han perdido la vida por consumir gel antibacterial, otros que escaparon en complicidad con las autoridades, denuncias por abuso y corrupción y hasta el hallazgo del cuerpo de un bebé abandonado en un contenedor de basura han sido parte de los acontecimientos que provocaron que el gobierno del estado tomara medidas respecto a sus funcionarios y operaciones.

En el interior de San Miguel hay cientos de personas privadas de la libertad con sentencia o en espera de recibirla. Algunas empeoran su historial delictivo pese a estar tras las rejas, pero otras vieron esto como una oportunidad para trascender, recomponer el camino, superar sus expectativas de vida y salir adelante. Cumplir sueños.

Es el caso de Jesús, quien se graduó de la Licenciatura en Derecho gracias a un convenio que signó la Subsecretaría de Centros Penitenciarios, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal, con instituciones privadas como el Tec de Oriente y la Universidad de Ingeniería Educativa.


En entrevista para MILENIO Puebla, Jesús se dijo consciente de que en el pasado cometió un error, pero ahora se siente con la responsabilidad de aprovechar su estancia en el penal de San Miguel para forjarse un mejor futuro para él y para su familia, pues no lo abandonaron a pesar de su situación.

“Al día de hoy me siento contento, me siento bien porque ahora tengo un arma más para integrarme a la sociedad y sobre todo poder aportar cosas buenas, si en algún momento cometimos un error o tomamos esa mala decisión, pues hoy podemos salir adelante a la calle y podemos reintegrarnos a la sociedad ya con una profesión. Ahora yo les digo a mi familia, a mi esposa y a mis hijos que soy un licenciado y después, si Dios me lo permite, pretendo ejercer la carrera”.

Jesús es una de las 29 personas privadas de la libertad que entre 2021 y 2022 se han graduado pese a estar internados en el Cereso de Puebla. Así como él, también hay compañeros suyos que ahora son licenciados en Derecho, Acondicionamiento Físico o Desarrollo del Arte.

“Están orgullosos de mí”

Jesús agradeció a su familia y amigos por apoyarlo en todo momento, pues reconoció que la prisión es un lugar complicado para cualquiera, tanto por el “encarcelamiento” físico como el mental.

“Las personas que han estado conmigo han sido mi mamá, mi esposa, mis hijos, mis hermanos, tíos, amigos, personal de aquí que he conocido y también me ha brindado ese apoyo, ellos me dicen: ‘Estoy orgulloso de ti’. Es nuestra responsabilidad el poder superarnos, el reintegrarnos, el poder enmendar lo que hicimos mal y ahora de una mejor manera”.

Esa motivación la usará como fortaleza para seguir preparándose y estudiar la Maestría en Derecho y Ciencias Penales, ya que “el recorrido no ha terminado” y una vez que obtenga su libertad desea ayudar a los que ahora son sus compañeros, muchas veces víctimas de malos abogados que solo los estafan.

“Elegí esta carrera porque en mi caso hubo en su momento cosas que no entendía, la búsqueda de poder salir de aquí y tener mi libertad me orilló a decir: ‘bueno, vamos a estudiar una carrera’. Confieso que al principio solo era parte de mi plan de actividades, asistí como un protocolo, pero a través del tiempo y todas las vivencias voy viendo que es una carrera noble, que a pesar de los años la puedo seguir ejerciendo, una carrera donde tú puedes darle a la justicia lo que pide, el decir: ‘no es de este lado el camino, es de este y existen normas, existen lineamientos, existen leyes’. Más que nada yo creo que la carrera es para obtener mi libertad y después tener un trabajo digno”.

Jesús aseguró que cualquiera que tenga disposición por reintegrarse a la sociedad puede hacerlo desde el penal de San Miguel, ya que hay diversas áreas, como la de Pedagogía, Deporte o Salud, que brindan diversos servicios a todo aquel que los solicita.

“Realmente aquí el que quiera cambiar su vida yo creo que nos dan todas las armas y todos los elementos para poder hacerlo”.

Una vez que obtenga su libertad, Jesús desea aportar su “grano de arena” para que Puebla y el país tenga mejores ciudadanos, pero también para demostrar que, a pesar de los tropiezos, puede haber “un triunfo verdadero”.

“Yo espero poder en un futuro poder ejercer mi profesión, me ha gustado la carrera de Derecho y espero ser un buen abogado”.

AFM

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