Chamán lagunero acompaña a grupos de búsqueda y brinda ayuda espiritual

El también llamado abuelo de tradición, se une con los grupos y las asociaciones que conforman familiares de personas desaparecidas.

Martín Avelar dedica su vida a servir a los demás. (Jorge Maldonado)
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila. /

La conexión con la madre naturaleza, convivir y aprender en comunidades con usos y costumbres ancestrales, llevó al chamán lagunero, Martín Avelar, a dedicar su vida a servir a los demás y cambiarles la forma de ver las cosas para sanar a través de las energías de los elementos

Fue nombrado con el grado de abuelo de tradición en una ceremonia llamada 1,000 Tambores, todo gracias a su conocimiento y a sus méritos hacia la comunidad. 

Entre sus labores está el acompañar y tratar a las familias de personas desaparecidas de la Comarca Lagunera, de Coahuila y de otras partes del país. 

Sin tener algún familiar entre las personas desaparecidas, Martín colabora con la asociación Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fundec), la Asociación Internacional de Búsqueda de Desaparecidos (Asibudes), la Caravana Internacional, la de Voz que Clama Justicia y Búsqueda Nacional en Vida. Lo hace a través de la medicina tradicional, pero también con la colaboración de un grupo llamado “equipo de contención” que está compuesto por psicólogos, antropólogos, enfermeros, médicos y terapeutas holísticos

De esa forma Martín Avelar apoya a las familias para que puedan sacar la frustración acumulada tras años de búsqueda. “Desde hace varios años acompaño a los grupos de búsqueda de La Laguna y de otras partes del país, para auxiliar a las familias a que primero vayan liberándose, que saquen mucha de la frustración que les llega ante la falta de resultados de las autoridades”. 

El abuelo de tradición se mantiene firme en su labor de acompañarlos, aunque no sea él quien tenga algún familiar desaparecido, de igual manera acude a las fosas clandestinas y hasta a los penales para buscar personas que estén encerradas y que tengan otra identidad registrada. 

“Entramos a los penales a buscar a desaparecidos porque luego les cambian el nombre o alguno de ellos nos puede dar indicios o pistas sobre dónde se pudieron llevar al familiar desaparecido, mismas pistas que se entregan al Ministerio Público o a la Fiscalía”.

Satisfacción

Inevitable satisfacción es la que expresa el chamán lagunero al colaborar con su granito de arena para dar con el paradero de aquellos que no han vuelto a casa y a quienes buscarán incansablemente, algo que lo ayuda a crecer como persona al dar un bienestar al prójimo. 

Comentó que, “da satisfacción regresar la paz al corazón de una familia, ya sea por encontrar a su desaparecido en vida o muerto, por todas las fosas clandestinas donde se rescatan restos óseos de un familiar. Me ayuda mucho a crecer, el saber que la labor que hago es para el bienestar de los demás”. 

Como ejemplo pone una de sus experiencias en su labor en otras entidades como Nuevo León o Morelos, donde lograr encontrar una fosa clandestina resulta ser una victoria, no solo para algunas familias, es un triunfo que es de todos los que ayudan en las búsquedas. 

“En el estado de Morelos encontramos una fosa gracias a un informante anónimo que dio la ubicación. Se checó el terreno y primero hubo cuatro hallazgos, luego salieron dos más, todo de una denuncia anónima. Una victoria que es de todos”. 

Martín comentó que, “lo que se pretende es darle algo de paz y tranquilidad a las familias. Las apoyo porque para muchos es un dolor muy grande y permanente. No podemos borrarlo, pero tratamos de que no sea tajante o lacerante, que se vaya menguando, que vayan aceptando cosas para que salgan adelante”.

Nada ha sido en vano

Asegura que nada ha sido en vano, ahora las madres y padres de personas desaparecidas alzan la voz, crean asociaciones, denuncian la impunidad y hasta ponen a trabajar a la autoridad y cambiar las leyes. 

“A través del dolor surgieron otros dones y maneras de ver la vida. Los grupos de búsqueda de desaparecidos no sólo luchan por su causa sino por la de todos los demás. Gracias a esa unión se han cambiado leyes, ya que antes no existía la palabra ‘desaparición’ y ya han cambiado los protocolos”. 

También ha prestado sus servicios y su conocimiento en los migrantes que llegan a La Laguna y van de paso hacia su destino hacia los Estados Unidos, en el Centro de Día Jesús Torres Fraire, de la colonia Las Julietas en Torreón. Para encontrarle sentido a la vida, el especialista espiritual asegura, “hay que ser empáticos con los demás que están sufriendo, ya sea migrantes, personas en situación de calle, desaparecidos, drogadictos, personas con discapacidad, adultos mayores o con familias en situación vulnerable.

EGO

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