“El marido de mi mamá su pareja, se había metido hablar con otro hombre con un muchacho, que la iban a matar”, así narró Conchita, hija de Guadalupe Méndez, quien murió a causa de las heridas graves por quemaduras que le propició su pareja en el municipio de Tonalá, en Chiapas.
Con tan solo 8 años, Conchita expresó a MILENIO que escuchó al asesino de su madre y, sin entender el porqué lo quería hacer, la menor decidió decirle a su mamá el plan que él tenía.
“Que la iban a colgar de un palo y que le iban echar cerillo y le iban echar gasolina donde iban a quemar basura para que se quemara mi mamá, le dije a mi mamá pero nunca me hizo caso”, expresó la niña.
El pasado 27 de mayo se cumplió la sentencia, Guadalupe Méndez Alegría perdió la vida a manos de su pareja Guillermo González, con quien vivía en una ranchería llamada “El Paraíso”, cerca de la comunidad de Llano Largo, municipio de Tonalá. Ahí dentro de este rancho, Guadalupe al parecer discutió con su pareja y este le roció gasolina para posteriormente prenderle fuego.
Como pudo, Guadalupe salió del rancho entre las llamas que atizaban su cuerpo y pidió auxilio a sus vecinos, quienes la apoyaron rociándole agua y llamando al número de emergencias.
Guadalupe fue trasladada hasta la cabecera municipal e incluso su agresor la acompañó; la internaron en el hospital básico comunitario Juan C. Corzo de Tonalá, donde, en su agonía, señaló a su pareja de ser el responsable.
Sus últimas palabras fueron para clamar justicia y para encargar a su pequeña de 8 años de edad, Conchita.
“Alcanzó a llegar al hospital y dijo que se hiciera justicia” expresó María Julia, prima de Guadalupe.
Sin embargo, no era la primera vez que su agresor intentó matarla, pues tres meses antes pretendió incendiar la vivienda que rentaban en Mapastepec, pero en esa ocasión no logró su cometido, pues sus vecinos la sacaron a tiempo y apagaron el fuego.
El sepelio fue veloz y triste, pues no se encontraron familiares cercanos, ya que ella era huérfana; sin velación alguna, el cuerpo de Guadalupe pasó del Semefo de Tonalá al panteón municipal de Mapastepec.
El señor Félix, un hombre de más de 79 años de edad y quien en realidad era su tío, pero que la adoptó desde muy niña, se encargó de los trámites para el reconocimiento y traslado del cuerpo de Guadalupe.
Aún con el cansancio que va dando la edad, Don Félix se mantuvo fuerte. Sin embargo, no pudo evitar desmoronarse al reconocer el cuerpo de quien consideraba su hija, quemada y totalmente destrozada. Fue únicamente por la forma de los dedos que él pudo reconocer a su Guadalupe.
“Guadalupe era una niña alegre, tranquila”, comenta Doña Trini, esposa de Don Félix, pues ella crió una buena parte de su vida a Guadalupe y reconoce que aun no puede creer que haya perdido la vida de esa manera.
Trini reveló que Guadalupe consiguió un trabajo en la “Zona”, como le llaman al lugar de la zona de tolerancia, y ahí conoció a Guillermo, con quien inició una relación amorosa llena de violencia y tensiones.
“Nosotros la regañábamos, por eso se alejó de nosotros”, expresó Doña Trini.
Guadalupe tenía dos hijos: Pedro, de 11 años, y Conchita, de ocho. Pedro se fue de su casa y lo que saben es que comenzó a trabajar por su cuenta en un taller de bicicletas; Conchita, la pequeña, estuvo con su mamá durante algún tiempo, después, se fue a vivir a la casa de los padres de su padrastro y de vez en cuando se quedaba en el rancho con su mamá.
La vida de Conchita en ese lugar fue difícil. Los papás de Guillermo, dijo, la hacían barrer hasta el cansancio, no le daban de comer, solo tomaba café y ella misma lavaba su ropa. Compraba su propio jabón con las monedas que iba juntando en su camino y hoy se siente más sola que nunca al ya no tener a su mamá.
Ahora la pequeña Conchita, vivirá con sus tíos, quienes ya iniciaron los trámites para tener la tutela legal y poder enviarla a la escuela, pues ni siquiera sabe leer o escribir, ya que jamás fue a clases.
Por su parte, la Fiscalía de Chiapas informó que el responsable ya fue detenido y que se le aplicó el protocolo de feminicidio. En este caso, la pena que podría alcanzar es de 65 años de prisión.
“Sentimos dolor, no se lo espera uno, justicia para ella es lo que pedimos nosotros, que no lo saquen al hombre”, expresa María Julia.
Marchan en exigencia de Justicia por Guadalupe Méndez
Este viernes por la tarde, colectivos feministas del municipio de Tonalá marcharon en exigencia de justicia para el caso de Guadalupe.
Se reunieron en el monumento a la sirena de Tonalá, donde marcharon hacia el palacio municipal y exigieron a las autoridades que se garantice la no violencia contra las mujeres y un alto a los feminicidios.
"Nos manifestamos por el caso de Guadalupe Méndez, es la misma historia de Victoria Arreola, quien murió en el año 2022", expresó Leyvy Arreola Peña, hermana de Victoria Peña.
Con pancartas, lonas y mensajes en altavoz, los colectivos feministas marcharon por justicia por Guadalupe. En esta marcha, no asistió ningún familiar de la víctima.
"Se repite la misma historia en Tonalá Chiapas, son sus mismas parejas sentimentales por quienes fueron asesinadas, Vicky fue asesinada por su pareja sentimental igual que Guadalupe", expresa Leivy.
Exigieron a las autoridades que a estos feminicidas se les juzgue de acuerdo con la ley y se les imponga la máxima pena en prisión.
EHR