Alrededor de tres mil habitantes que conforman las 86 comunidades y 18 barrios del municipio de Pantelhó, en Chiapas, tomaron control de la plaza principal y la sede del palacio municipal.
En la revuelta, los pobladores señalaron que no permitirán el regreso de un grupo de sicarios denominado "Los Herrera" y sus aliados, ni el ingreso al municipio de la actual alcaldesa y ni de su esposo el alcalde electo.
Desde la noche del lunes y durante la madrugada del martes, los habitantes de las 86 comunidades buscan casa por casa a los sicarios, a quienes acusan de estar al servicio de las autoridades de Pantelhó.
El lunes, unos 200 integrantes del grupo civil armado llamado "El Machete" irrumpieron de manera violenta en el municipio en busca de integrantes de "Los Herrera" y para presionarlos revisaron y quemaron casas, acciones que atestiguaron agentes de la Guardia Nacional, pero en las que no intervinieron.
Ante medios, acusaron la lentitud con la que está actuando el gobernador del estado, Rutilio Escandón, contra los grupos delincuenciales que azotan desde hace 20 años la zona y quienes han escalado los niveles de violencia.
Debido a estos hechos, las actividades comerciales y económicas se han paralizado en la región al igual las festividades religiosas fueron suspendidas.
Por ahora, los organizadores de las fiestas patronales han salido en una pequeña procesión para pedir ayuda y la intervención divina de la virgen de Santa Catarina, patrona de Pantelhó.
"Le pedimos a la virgen que haya paz, que vuelva la tranquilidad al municipio como antes", dicen algunos de los creyentes.
Ante estas plegarias, unos de los militantes de "El Machete" señaló: "esta gente no miente, quiere paz y justicia, nosotros no venimos a dividir, nosotros salimos para que ya no maten o asesinen a nuestros hermanos".
En tanto, otro habitante, en tono molesto, gritó: "queremos libertad, tenemos hijos y mujeres que merecen vivir en paz, no es justo".
Debido a esta movilización, agentes de la Guardia Nacional, del Ejército mexicano y de la policía estatal, quienes habían recuperado el control del municipio hace dos semanas, se replegaron en sus cuarteles improvisados y otros instalaron un retén a tres kilómetros del municipio.
Cuando comenzó la revuelta, los agentes de las Fuerzas Federales fueron presionados por los habitantes para dejar el lugar donde quedó abandonada una patrulla de la policía estatal y una ambulancia de la Secretaría de Salud, que fueron quemadas por los pobladores, al igual que unas 20 viviendas donde aseguraban se encontraban los sicarios.
Las fachadas y muros de negocios, casas y oficinas del municipio muestran las huellas del fuego que consumió todo lo que se encontraba en el interior y muchos de los objetos quedaron esparcidos por las calles.
En una tienda cercana a la edificio de gobierno, aún ardían los muebles y enseres que ahí se encontraban y afuera los pobladores pintaron mensajes como: "Fuera sicarios", "El pueblo manda y el gobierno obedece" y "Los soldados no hacen su trabajo", "Pantelhó necesita paz", entre otros.
La reacción de las comunidades y sus pobladores, además de la del grupo civil armado, ocurrió cuando corrió el rumor de que uno de los mandos de "Los Herrera" había llegado al lugar y fue entonces que se agruparon y tomaron el control del lugar desde el lunes por la tarde.
LG